Como siempre con muuuucho retraso (¡lo siento mucho Vellocinodeoro!) y a pesar de que ya te han contestado, confirmo que si, puedes dárselas sin ningún problema si la peque tiene más de 7 meses, las ha tolerado bien en una primera toma y no hay nada que haya hecho que el/la pediatra te diera una indicación diferente (por ejemplo antecedentes de alergia en familiares cercanos).
Y seguro que ya lo sabes, pero procura acompañar las comidas ricas en hierro con una fuente Vit C para favorecer su absorción.
Te dejo un resumen de los consejos que solemos dar en consultas sobre bebés y hierro remitidas a la UVE (por supuesto son consejos generalistas y no tienen en cuenta posibles necesidades específicas individuales):
- La lactancia materna durante todo el tiempo que sea posible.
- Procurar que la alimentación sea lo más equilibrada posible, y que excluya (tanto la tuya como la de la niña) al máximo los alimentos superfluos.
Por alimentos superfluos entendemos el azúcar, la miel, las golosinas, los zumos, sean o no caseros, las horchatas, las bebidas azucaradas, la bollería casera o industrial (bizcochos, magdalenas, croissants, etc.), cualquier cosa dulce que no sea fruta, los aperitivos salados, los helados, los postres lácteos, y las galletas de cualquier clase.- Tomar suplementos de B12 (la madre lactante debería vigilar sus niveles de B12), el yodo (utilizar sal yodada), la vitamina D (sol con moderación), y que la niña no tomara demasiados alimentos integrales (para que no le cueste cubrir sus requerimientos energéticos).
- Es importante prestar especial atención a alimentos ricos en hierro en caso de bebés vegetarianos: purés de legumbres, tofu u otros derivados de la soja, particularmente si han sido enriquecidos en hierro, hamburguesas vegetales, frutos secos en polvo o en forma de crema, etc.
- Las frutas y verduras, en pequeñas cantidades, ayudan a la absorción del hierro gracias a su vitamina C.
- No confíes en terapias alternativas para tratar a tu bebé con anemia. Los complementos alimenticios a base de plantas no han sido evaluados en bebés humanos, así que no sabemos ni su efectividad ni sus riesgos.
- Lo más importante, sólo, y unicamente, hay que suplementar con hierro cuando hay una anemia correctamente diagnosticada por el/la pediatra, y en la dosis y fórmula exacta que te aconsejen.
Si, les ofrecemos a nuestros hijos leche materna (o de fórmula) “a demanda”, ponemos a su alcance exclusivamente alimentos “alimentos”, predicamos con el ejemplo comiendo “comida” y permitimos que su metabolismo guíe su apetito, es muy poco probable que presenten carencias. De hierro o de cualquier otro nutriente.