juas, yo también hago eso. Zoe no es muy aporreadora, pero si se pone brutica con los animales también le cojo la mano con cuidado y le enseño a acariciarles diciendo: flojiiiiito ..."fluixxxet, fluixxxeeeeet" que además suena así sshhhhhhh jaja. Le digo que si lo hace fuerte les puede hacer daño, pero sin pegarle sermones ni ponerme muy pesada.
Yo creo (y esto lo he comprobado empíricamente) que lo de machacarlos con el "no" es contraproducente. Cuanto más usas el "no" más se cierran en banda, y más lo usan ellos. Personalmente intento transmitirle información más concreta, como, si es necesario, "es peligroso" o "puedes hacerte daño", o intento ofrecerle alternativas, otras veces sólo le digo que eso no es posible y me las apaño (como puedo!) para superar el momento de la forma más tranquila posible. De todas formas, sobretodo de tan pequeños, creo que hay que negarles sólo las cosas que objetivamente es imperativo negarles (que ya son muchas), yo soy absolutamente permisiva con todo lo demás.
Una cosa que creo haber aprendido es que, ante ciertos problemas, a veces es mejor no hacer gran cosa, sólo esperar.
A Zoe hace unas semanas le dio por darse golpecitos en la cabeza, se golpeaba con la mano o contra el sofá, eran golpes flojos, inofensivos a nivel de daño físico, pero a mí me daba mucho mal rollo, también porque no sabía qué era lo que ella quería expresar. Al principio lo evité, atosigada, le dije que no lo hiciera, ponía cara de preocupada, pero parecía que como más le insistía yo más interesada estaba, se daba un golpe y me miraba de reojo con risilla de tía chula, a ver cómo reaccionaba. Así que, como no se hacía daño, pues la dejé, pensé que igual sólo quería experimentar, con la fuerza, el contacto o yo qué sé, yo la iba acariciando y diciéndole que fuera con cuidado de no hacerse daño, y al cabo de un par de días, dejó de hacerlo, y nunca más.
Lo cierto es que nunca estás segura de si haces lo correcto, pero, en cualquier caso, tengo claro es que nuestro papel es el de transmitir comprensión, el de intentar ayudar, estar ahí, y mantener la calma.