En mi caso es que estuvimos ingresadas en neonatos y allí obviamente no tienen leche de soja ni a mí se me ocurrió pedirla. Luego continué con la que me indicaron y enseguida conseguimos dejarla. Además, esas leches son para niños enfermos y no creo que fuesen lo más adecuado para una niña prematura, con bajo peso y nulas ganas de comer.