Copio desde un email:


¿ Hasta cuando podremos aguantar?.



Sabíamos que emprendíamos una dura batalla, la defensa y ayuda de unos animales que en este país están poco considerados, pero quisimos intentarlo y el precio esta siendo muy alto.

Hace meses anunciamos la situación que se avecinaba. Nos quedábamos solas, sin voluntarios, dos personas para un día tras otro. Pensábamos que serían las vacaciones, que teníamos que aguantar el verano y eso hemos hecho. Pero no. Los voluntarios han regresado de sus vacaciones, y no han vuelto al refugio. Han decidido que los perros ya no forman parte de sus vidas, sin explicaciones. Quizá algunos se han preguntado, tras nuestro grito de auxilio, qué fue de nosotras y nuestros pequeños.

Algunas semanas, algún voluntario cubría un día, pero y los demás? Hemos estado alternándonos, las dos personas que quedábamos, cubriendo solas todos los días de la semana. Cada mañana nos levantábamos con resignación, nos enfundábamos nuestro uniforme, y plantábamos cara a una situación que no podríamos mantener por mucho tiempo. Ha sido horrible. Saber que estás allí sola, y no ser capaz de arrastrar un saco de pienso. Ver que los minutos pasan, que la hora se te echa encima, que llevas horas con una misma habitación porque no tienes fuerza para limpiar más deprisa, o para levantar un cubo de agua. Sentarte minutos y minutos, porque la vista se te nubla, empiezas a escucharlos muy lejanos, y el suelo se mueve a tus pies.

Saber que tu cuerpo empieza a no responder, y no tener a nadie, absolutamente nadie, a quien pedir ayuda. Sentir las lágrimas luchando por escapar de tus ojos. Saber que no le importan a nadie. Volver a casa, hacerte cargo de tus propios problemas y obligaciones, ducharte, y tumbarte asumiendo que en unas pocas horas, tu día se repetirá. Y así uno tras otro, sin descanso.

No sé cómo hemos soportado este tiempo. De cualquier modo, hasta aquí llegamos. Hemos luchado, hemos seguido con ellos a pesar de todo, hemos sacrificado lo poco que nos quedaba, trabajo, estudios y hasta salud. Pero ya no podemos más. Sabemos que esto no va a cambiar. Sabemos que seguiremos solas.

Escribo con el corazón roto en cien pedazos, y cada pedacito tiene nombre, y una historia. Son cien pedazos que un día no fueron nada. Cien pedazos que un día sintieron la condena del hombre y que hoy empiezan a ser felices. Cien pedazos que no comprenden de voluntarios, ni de vacaciones, ni de cierres. Son cien pedazos que sólo quieren vivir.

Creo que pocos entenderán ese sentimiento porque hoy estoy derrotada. Estoy vencida. Hoy sólo tengo fuerzas para llorar mientras os escribo esta última súplica, deseando con toda mi alma que nos ayudéis como otras tantas veces habéis hecho. De esta manera no podemos continuar adelante.



Nuestra única esperanza es encontrar una persona que nos ayude con la limpieza del refugio, ofreciéndole a cambio un donativo mensual de 500 euros.

Queremos comenzar nuestro proyecto más importante hasta ahora. . . Sobrevivir!

Hemos habilitado una web donde actualizaremos cada día los donativos recogidos como respuesta a este último llamamiento. Una vez sobrepasados los 500€ de un mes, por ejemplo Septiembre, comenzaríamos otra cuenta desde 0 para el mes de Octubre y así consecutivamente.

El destino de todos nuestros refugiados está ahora en vuestras manos. A nosotras ya sólo nos queda la impotencia, la triste espera, la incertidumbre de un futuro que pinta oscuro y el consuelo de que seguimos ahí por ellos.

En nombre de quienes importan, de quienes son inocentes, de aquellos cuya vida peligra, por favor ayudarnos!!!



“ Hay un antes y un después en cada rostro…



Mas info en:

http://llamadadesesperada.wordpress.com





Puedes realizar tus donativos en:



Banco Santander Central Hispano

0049 3502 32 2695515576

IBAN: ES55

BIC: BSCHESMM

Concepto: Ultima Llamada

Titular: Gran Familia



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