Nos lo encontramos hace dos días, íbamos corriendo por la carretera cuando vimos a lo lejos un gato atropellado, a su lado estaba éste pequeñajo. Fue vernos y se vino hacia nosotros maullando como un desesperado. Nos paramos y se subia por los tubillos de Iván. Intentamos que se metiese en una casa, pero que va! Se venía detrás. No podíamos dejarlo allí, no veíamos otro gatitos cerca y siendo gris y blanco como la calzada, no podíamos arriesgarnos a que corriese la misma suerte que su madre (creemos que era su madre). Le hemos llamado ERU. Es también dócil y juguetón, desde el primer día lo hace todo en el arenero (hemos flipado con eso, no sabíamos que aprendían tan rápido). Lo hemos desparasitado, las cacas las hace bien, como pienso blandito, se lo humedecemos porque parece que aun le cuesta morder el duro. Tendrá unas 4 semanas. Es guapísimo y valiente que le planta cara al otro que es el triple que él.