Trent Miele. Así se llama el precoz atleta (concretamente cuenta con 9 meses de edad) que se ha adjudicado el último campeonato de gateo celebrado hace pocas fechas en la ciudad de Nueva York. Hasta 32 bebés lucharon valientemente en la Gran Manzana para llevarse la gloria, pero finalmente solo uno pudo lamer la miel del triunfo.

Cualquier cosa valía para motivar a los diminutos participantes. Muñecos de peluche, biberones, sonajeros… todos ellos fueron ondeados desde la línea de meta por los competitivos padres de los pequeños para estimular a sus vástagos a avanzar lo más rápido posible hacia ellos.

Trent, que empezó a gatear con seis meses y medio, fue el más rápido en recorrer los tres metros de longitud que tenía la pista en cuestión. Aunque le llevó su tiempo, y es que los estímulos le llegaban por todas partes, finalmente fue capaz de concentrarse para deslizarse raudo hacía los brazos de su madre.

Su progenitora, al parecer, utilizó una pelota de béisbol para atraer la atención del pequeño, muy aficionado al deporte nacional de Estados Unidos. El pequeño se llevó el trofeo de campeón, cierto es, pero ningún bebé se fue de vuelta a casa con las manos vacías.

Esta competición, que lleva ya tres ediciones, se celebra, sobre todo, para promocionar el Triatlón de Nueva York. Este año, los ganadores de esta exigente prueba neoyorquina fueron Ben Collins (1:48:11) en hombres, y Rebeccah Wassner (2:03:19) en mujeres.

Hubo que lamentar, sin embargo, dos muertes en el transcurso de la carrera. Ambas por fallos en el corazón. Uno de los fallecidos era una mujer de 40 años que durante la competición, justo cuando nadaba por el río Hudson, sufrió dos paros cardíacos.

El otro, un hombre de 64 años, también encontró la muerte en el conocido río de la ciudad norteamericana. La policía dijo que, aparentemente, había sufrido un infarto de miocardio.

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