Cuando "te mueras por una hamburguesa", recuerda a los que de verdad mueren para acabar convertidos en hamburguesas.
Ellos, como tú, como yo, como todos nosotros, también tenían cara, tenían sentimientos, pasaron miedo, mucho miedo, querían crecer, vivir y disfrutar de sus vidas en compañía de los suyos, pero no tuvieron ninguna oportunidad. Quizá porque nadie de los que comen hamburguesas quiere acordarse de que esa carne picada, hace poco, era alguien, no algo.
(PD. entre las decenas de alternativas vegetales caseras o comerciales, estoy seguro de que encontraras algunas el doble de satisfactorias que las hechas a base de seres sensibles triturados. Por cierto, aparte de la soja, hay muchas otras alternativas a la leche animal, la avena, por ejemplo, seguro que le sienta genial a tu café ;-)