El elevado el consumo de carne y la baja ingesta de verduras están acabando con la dieta mediterránea en España
Actualmente, España sigue siendo uno de los países donde se puede consumir la dieta mediterránea, pero el aumento del consumo de carnes ricas en grasas saturadas, y el bajo consumo de verduras está acabando con ella, señaló el presidente de la Fundación española de la Nutrición, Gregorio Varela-Moreiras, para el que dentro de poco "vamos a tener que ir a un museo para recordar la dieta mediterránea".
Dentro de mesa la redonda ´Aprender a comer: errores más frecuentes y la fórmula matemática de la dieta mediterránea´, organizada por la Fundación Vida Activa, advirtió que "si no tenemos unas herramientas potentes de educación de fomento de la actividad física y de información nutricional, tenemos el riesgo de que el exceso de energía tenga consecuencias".
En el modelo alimentario actual predomina el elevado consumo de alimentos con baja densidad nutricional y con un gran contenido en grasas saturadas, que a la larga puede afectar muy negativamente en la población. Se trata de una tendencia general en los países desarrollados, aunque "comparando los porcentajes de consumo de grasa con otros países europeos, lo que nos sigue permitiendo tener menos mortalidad es la calidad de la grasa". Es decir, que "cuantitativamente no hay diferencia en la grasa, pero cualitativamente sí". El problema para el experto es que "esto tiene un fin" y a pesar de que "estamos más protegidos se empiezan a ver un cambio".
La dieta recomendada es la alimentación de nuestros ancestros: una alimentación pobre y limitada con escasa ingesta de carne, predominio de vegetales, donde no se consumía apenas leche, y en su mayoría era de cabra, y donde las legumbres y los cereales eran un tándem indispensable en la mesa. que en otros países ha habido un cambio nutricional importante en los últimos años pasando de la escasez de la hambruna al exceso del consumismo actual. "La población se ha hecho rica no tiene conocimientos de nutrición y se está haciendo una sustitución de alimentos tradicionales por otros que están ocasionando mucho problemas físicos" añadió.
El aumento de las enfermedades cardiovasculares osteoarticulares digestivas etc. dependerá por tanto de la dieta y el ejercicio físico. Para esta experta la mezcla entre tomar mucho alimento animal, el cocinarlo con mucha fritura y haber sustituido la fruta por un postre dulce da lugar a los que la OMS llama la epidemia del siglo XXI: la obesidad .
Por otra parte destacó el uso cada vez más frecuente de productos envasados o elaborados no naturales donde se aumenta el aporte de almidón y grasas saturadas y se limitan la ingesta de proteínas y vitaminas. Por este motivo recomendó sobre todo en la dieta de niños y ancianos volver a una dieta poco procesada fresca y natural hacer la comida en casa y no comprar productos precocinados.
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