Pues que ceder ante la presión social no hace más que debilitar lo que se supone que hacemos, que es cambiar nuestro modo de vida por principios. Es muy típico que te digan: bah, por un día que te comas un trozo de carne no te va a pasar nada. Si cedemos, y cada vez que no haya otra opción comemos carne o productos animales...¿entonces dónde está el límite?¿Sólo los lunes?¿Una vez al mes?¿Sólo cuando vayamos a casa de la suegra? No sé, yo no lo veo para nada constructivo. Yo , si no hay otra cosa en el menú, pues no como. Por un día que no coma no me voy a morir, en cambio el animal que está en el plato, no puede decir lo mismo