También se puede experimentar. Probar a cocerlas sin remojar y ver que tal la digestión y los gases. También comprobar así si hay diferencia sustancial en los tiempos de cocción.

Si es por el tema de la suciedad que traen, basta pasarlas por el grifo varias veces y ya está. Supongo que junto a aquello que provocaría gases se irán otros buenos nutrientes también, de ahí el color que toma el agua de remojo.

Lo peor que puede pasar probando es tener más o menos gases y no sería el fin del mundo...