Creo que es bastante normal pensar mucho en la manera de alimentarte al principio. Por varias razones: porque es nueva, porque a tus personas más cercanas les sorprende y te pasas el día dando explicaciones, porque tienes que aprender a combinar alimentos, porque descubres cosas nuevas cada día... Pero, como todo, llega un punto en el que se convierte en rutina. No te preocupes demasiado.