http://es.wikipedia.org/wiki/Econom%..._participativa
Valores
Los valores que la economía participativa parten de una premisa libertaria que busca fomentar son la equidad, la solidaridad, la diversidad y la autogestión de los trabajadores, y el equilibrio ecológico. Propone para estos fines los siguientes principios e instituciones:
- consejos de productores y de consumidores autogestionados en su toma de decisiones,
- complejos equilibrados de trabajo,
- remuneración de acuerdo con el esfuerzo y el sacrificio, y
- planificación participativa
Los defensores de parecon dicen que, la intención es que los cuatro ingredientes principales de parecon deben ser aplicadas con un mínimo de jerarquía y un máximo de transparencia en todos los debates y la toma de decisiones. Este modelo está diseñado para eliminar el secreto en la toma de decisiones económicas, y en su lugar alentar la cooperación amistosa y el mutuo apoyo.
http://zinternational.zcommunication...503albert2.htm
Economía participativa
por Michael Albert
Primero de todo, como todos vosotros yo también desprecio al capitalismo. Yo no quiero una economía en la que Bill Gates posea la misma riqueza que la población de Noruega. No quiero que la gente sin hogar viva bajo puentes y que los directores generales tengan grandes mansiones. No quiero que la gente se desplume una a otra, inconscientes del bienestar social, compitiendo por las migajas de unas fortunas. No quiero que exista un mundo competitivo en el que la mayoría de la gente pierda, y que los ganadores sean los más grandes y malvados. No quiero dictaduras corporativas en las que la mayoría de la gente no tiene dignidad, influencia, poder o incluso comida. No quiero que existan los mercados ni la planificación centralizada. No quiero un salario esclavizante. No quiero una división en clases ni un dominio clasista.
No quiero una economía que dé origen a personas como Bush y Rumsfeld - gente con un tremendo poder que creen que si eres afgano eres prescindible, que si eres iraquí eres prescindible, que si eres palestino eres prescindible, que si eres coreano eres prescindible, que si eres venezolano, argentino, o brasileño eres prescindible, o si eres del Bronx, o de Watts, o de hecho si eres de cualquier otro sitio que no sea de la clase familiar dominante o del electorado de Bush y Rumsfeld, eres prescindible. Lo que es realmente prescindible es el capitalismo. Y nosotros somos, junto a millones de personas más, quienes debemos eliminarlo de la historia.
Pero si no queremos capitalismo, ¿qué queremos en su lugar? Si creemos que otro y mejor mundo es posible, ¿cuáles son sus características?
En vez de gente cenando caviar y con sus propios aviones privados y otra gente comiendo basura y viviendo bajo los puentes, queremos un reparto equitativo de los bienes y de las situaciones económicas.
En vez de jerarquías de poder con propietarios capaces de trasladar grandes industrias y dejar los desperdicios a las regiones y a su población, y con directores e intelectuales capaces de decidir incluso cuándo pueden los trabajadores ir al baño y el provenir de nuestras vidas, y con cerca de un 80% de la población - la clase trabajadora - no teniendo prácticamente nada que decir sobre sus situaciones económicas, desde cuánto deberían trabajar, a qué hacer, cuándo hacerlo, y qué producto fabricar -queremos una estructura sin clases y en la que exista una toma de decisiones auto-gestionada. Queremos que la gente contribuya a las decisiones en la proporción en la que éstas les afectan.
En vez de un reparto de los recursos competitivo y autoritario que aumente los beneficios y el poder de la clase dominante, queremos un reparto de los recursos cooperativo y auto-gestionado que aumente el bienestar social, el desarrollo y la justicia.
La Economía Participativa es una alternativa económica al capitalismo y también a lo que en Rusia, China, y en otros países, oportunamente se le ha denominado socialismo.
La Economía Participativa rebate la grotesca afirmación de Margaret Thatcher de que "no hay alternativa". Thatcher nos quiere hacer creer que el sufrir la pobreza y la humillación es tan inevitable como la gravedad, que es ley de la vida. Pero eso es mentira.
La alternativa económica llamada Economía Participativa, o parecon (abreviatura en inglés), se construye sobre cuatro valores principales, y usa cuatro instituciones determinadas para llevar a cabo esos valores.
El primer valor es la solidaridad. La economía afecta a cómo interactúa la gente. Afecta a las actitudes que en general tienen las personas hacia otros.
El capitalismo es un sistema vacío en el que para conseguir salir adelante uno debe pisotear a los demás. Debes ignorar el horrible dolor que sufren aquellos que se quedan debajo o debes literalmente pisotearles, aplastándoles bien. En el capitalismo, un famoso entrenador de béisbol de un equipo llamado los Yankees, solía decir "los chicos amables quedan los últimos", lo cual es en realidad una horrible crítica al cambio del mercado. Mi versión de esa idea es que en el capitalismo "la basura sube". Mirad, de nuevo, a nuestros exaltados dirigentes.
La Economía Participativa o parecon, es en contraste intrínsecamente una Economía Solidaria. Sus instituciones para la producción, el consumo, y la asignación de recursos no destruyen o impiden el mutualismo y la solidaridad sino que en vez de eso impulsan incluso a la gente antisocial a tener que conseguir el bienestar de los demás. Para salir adelante en parecon tienes que actuar sobre la base de la solidaridad.
Y este primer valor en parecon es totalmente indiscutible. Sólo un sicópata podría argumentar, si no intervienen otros factores, que una economía es mejor si provoca hostilidad y comportamientos antisociales. Toda persona cuerda argumentará que, si no intervienen otros factores, una economía es mejor si produce solidaridad. Así que aquí tenemos nuestro primer valor: la solidaridad.
El segundo valor que queremos para que una buena economía progrese es la diversidad. La economía afecta a la gama de opciones que la gente tiene en su trabajo y en el consumo.
El mercado capitalista homogeniza las opciones. Nos hace creer que fomenta las oportunidades pero de hecho restringe las vías de satisfacción y desarrollo, reemplazando todo aspecto humano y preocupándose sólo de lo más comercial, rentable, y especialmente con lo que esté más acorde con el mantenimiento del poder dominante y la riqueza.
Pero una Economía Participativa es una Economía Diversa. Las instituciones de parecon para la producción, el consumo y la asignación de recursos no sólo no reducen la variedad, sino que acentúan las opciones de encontrar diversos caminos y soluciones a los problemas. La Economía Participativa reconoce que somos seres finitos que podemos beneficiarnos disfrutando de lo que otros hacen y que nosotros no tenemos tiempo de hacer, y también que no somos seres infalibles y que no debemos poner todas nuestras esperanzas en un solo modo de avance, sino protegernos contra posibles daños intentando mantener y explorar diversos caminos y opciones.
Y también este valor es completamente indiscutible. Se requeriría a una persona tremendamente perversa para argumentar que, si no intervienen otros factores, una economía es mejor si reduce la gama de opciones. En vez de eso, todo el mundo argumentará que una economía es mejor si produce y protege la diversidad. Así que aquí tenemos nuestro segundo valor: la diversidad.
El tercer valor que queremos para que una buena economía se desarrolle es la equidad. La economía afecta a la distribución de la producción entre sus actores. Ello determina nuestro presupuesto o qué parte de la producción social recibimos.
El capitalismo recompensa de un modo abrumador la propiedad y el poder de negociación. Afirma que aquellos que tienen un documento de propiedad productiva, en virtud de tener ese trozo de papel y nada más, mereces beneficios. Y dice que aquellos que tienen un gran poder de negociación basado en cualquier cosa, desde el monopolio del conocimiento o las técnicas, hasta el poseer mejores herramientas o ventajas organizativas, haber nacido con un talento especial, o ser capaz de imponerse por la fuerza bruta, les da derecho a todo lo que puedan conseguir. El capitalismo en este sentido recoge la moral de Al Capone y la de la escuela de negocios de Harvard, las cuales son, aparte de aspectos sin importancia, idénticas. Tú consigues lo que puedes tomar, el resto obtienen los restos o nada en absoluto.