- Cuanto más variado mejor: tanto da si se come mucha variedad en una sola comida o comidas más monotemáticas a lo largo del día. Huïr de las dietas a base de un solo producto durante tiempo prolongado o las que restringen o suprimen grupos enteros de alimentos sin criterio (suprimir la carne tiene su fundamento, suprimir las frutas puede ser peligroso).
- Cuanto más "al natural" mejor: eso va desde consumir menos productos procesados hasta consumir lo fresco de temporada y de producción mayormente local. Por supuesto mejor el producto ecológico que el industrial, mejor lo integral que lo refinado. Tambien vale para la propia cocina, cuanto menos tiempo de cocción, menos temperatura y menos manipulación demos a los alimentos, en general, mayor será su contenido en nutrientes, aunque todo tiene sus excepciones.
- Lo más probable es, que si se parte de un relativo buen estado de salud, ya se estén haciendo las cosas relativamente bien. Sincerándose con un@ mism@ facilmente veremos de qué pié cogea nuestra dieta, típicamente falta de frutas y verduras frescas y sobra de grasas e hidratos de carbono (caso que no seamos aún carnacas, que también sobre exceso de proteïnas). Partir de unos patrones dietéticos propios sobre los que ir encajando los nuevos conocimientos adquiridos no es mala idea, a no ser que se coma realmente mal.
- Escuchar al cuerpo: después de las comidas, que sensación tenemos? durante el día, cual es nuestro nivel de energía? como y cada cuando visitamos al señor roca? Al introducir cambios "hacia lo sano" debemos escuchar como responde el cuerpo a los cambios para asegurarnos que estamos en lo correcto, que el cambio no es demasiado brusco o que nos hemos olvidado algun nutriente por el camino. Hacerse analíticas frecuentes es un consejo válido en general, ya sea para controlar que todo marcha bien o para ver donde se falla y corregir.
- No fiarse de los alimentos milagro o los polisuplementos: hoy parecen ser las bayas de goji, hace un tiempo la papaya, la espirulina o el ginseng. Aunque dificilmente los que no son drogas vayan a ser perjudiciales, no dejan de ser un complemento para determinados propósitos, no se trata de suplir una dieta variada a base de complejos de multiantioxidantes o megaminerales. El ginseng o el guaraná son drogas estimulantes que pueden resultar peligrosas si se toman sin control y sin un mínimo de información al respecto para detectar efectos secundarios. Incluïr determinados de estos productos en algunas temporadas puede ser beneficioso, pero confiar ciegamente en alguno como panacea para el sustento de la salud o directamente abusar de ellos, puede traer consecuencias nada saludables.
- Darse un gustazo de vez en cuando, tambien es sano. No nos moriremos mañana de un infarto por comer hoy unas patatas fritas, un bocadillo de pan blanco o un dulce de chocolate. No se trata de entrar en el juego del yo-yo, hoy un exceso mañana lo compenso, pero teniendo unas pautas generales sanas, resulta incluso beneficioso pues produce placer, tan denostado por nuestras culturas precedentes y que parece que tímidamente le vamos atorgando el papel que merece. Como todo, no abusar.
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