No sé si os servirá de algo, pero por si acaso os cuento mi experiencia tras 10 años que cumplo la semana que viene
Comencé a los 18. Entonces no tuve muchos problemas y al contrario mucho apoyo, por parte de todos, el más importante: mi madre (lo cierto es que era algo que llevaba anunciando toda la vida).
Pasaron los años y siempre lo llevé genial. Comencé a tener problemas hace cuatro años, tal vez cinco. Por primera vez me encontré con gente que me atacaba "porque SÍ". La verdad es que no entiendo como pasó. Mi teoría es que eso me comenzó a ocurrir al tener ambiente de compañeros de trabajo, es decir, esas personas que debes tragarte si o si. Además curiosamente donde peor me lo hicieron pasar fue en un sitio donde se suponía que la gente era abierta de mente, había vivido en varios países y hablaba varios idiomas.
Se conoce que hay gente que a pesar de que puede ser inteligente culta y todo lo que se quiera tendrá siempre una pared en el cerebro que nunca le dejará ver más allá.
No voy a mentir, esto comenzó a afectarme demasiado. Incluso me hice vegana y lo dejé casi por depresión debido a una serie de circunstancias que ahora no vienen a cuento, pero era como verme incomprendida y aislada a la fuerza a la vez que no me identificaba con los veganos que conocí, algo violentos. Tampoco tuve mucha suerte en este sentido.
Últimamente para conseguir un mejor equilibrio era vegana en casa y ovolacto fuera.
Ahora he llegado a mi conclusión final. Para ello debo explicar algo. Desde siempre he tenido una especie de filtro para eliminar a la gente de mi vida. A veces tenemos que analizar a la gente para evitarnos disgustos. Yo si veo a alguien reírse de otro por ser "gay, gordo.... o vegetariano" (es solo un ejemplo de muchos) lo elimino (de mi vida claro jeje). Si alguien me falta al respeto en ese sentido va fuera. Y no por rencor, cuidado. Pero es que la gente así me dice ya demasiado de cómo son y no veo otra.
He decidido que voy a ser vegana a tiempo completo y esa libertad de decidir me hace feliz. Que si hay veganos que no me gustan (al igual que omnívoros que no me gustan) me da lo mismo, porque yo seré la vegana que quiero ser y no la que me digan que tengo que ser. También he decidido que paso de esas "comidas-compromiso" donde me gasto un dinero que no me quiero gastar ni puedo en estos momentos, además para comer fatal. Que si me pago algo será para ir a un restaurante adecuado para mí. Y no por eso voy a dejar de tener vida social, ¡para nada!
Pienso que por un tiempo no he visto las cosas desde la perspectiva correcta. Yo no voy a ser de otra manera para "adaptarme". La gente que vale la pena y que me aprecia me respetará e incluso defenderá. No tengo por qué hacer ningún esfuerzo ante despreciables, ¡faltaría más! Del mismo modo que yo los respeto a ellos sean como sean, así de fácil.
Pero también en estos diez años he aprendido algo claramente. Lo queramos o no la imagen importa. No vale la pena intentar convencer a los demás por la fuerza. A todos nos gusta tener razón y a nadie que nos la quiten. Yo informo y desmiento mitos, siempre desde el respeto la educación y el pacifismo, siempre hay que tenerse la lección empollada: ecología, estudios científicos, la postura de la ADA o el programa reciente de TVE por ejemplo. Cuando una persona ya esta convencida de que no vas a atacarle, de que no eres un loco ni estás enfermo, de que eres educado y tolerante es cuando pregunta de buenas y cuando hay alguién que da el paso. Parece increíble, lo sé, pero me llena de satisfacción saber que un buen comportamiento y ejemplo a la larga hace tanto (gracias a ti la gente se animará a ser vegetariana, y me ha pasado)... La violencia (hablo de la verbal) sólo te lleva a pasarte una pelota dañina de un campo al otro sin ningún resultado.
Pienso que es importante cuidarse y tener un buen aspecto (no me refiero al físico estéticamente hablando). Aunque sea injusto la sociedad acepta lo que le entra bien por la vista, y siempre que un vegetariano caiga enfermo o tenga mal aspecto ya sabéis el comentario toca... Me aplico el cuento además.
Todo esto último os puede parecer ridículo, pero a mi me ayuda mucho contra los ataques.
Cuando alguién me ofende con educación se lo hago saber y me encargo de que entiendan que se han equivocado. Si no responden bien bye bye. Nadie es imprescindible ni estamos obligados a ser amigos del alma de todo el mundo. A la larga se sentirán mal. Cordialidad y distancia a veces es lo mejor (especialmente en el trabajo)... Bueno yo digo esto pero este curso he tenido suerte; 4 vegetarianas somos en mi centro. Y mucha gente que vale la pena fuera.
¡Optimismo!, ¡a sentirnos orgullosos por la decisión valiente que tomamos!, por estar en equilibrio con la naturaleza y otras tantas cosas. Demos gracias por una alimentación sana y natural, por haber tenido la suerte de abrir los ojos en su momento y al menos en el caso de este país en concreto por pertenecer al grupo de esos luchadores pioneros.
Un abrazo fuerte a tod@s