Una investigación consecuente realizada durante la última década ha demostrado que los veganos y las personas que comen alimentos vivos de todas las edades y sexos tienen un riesgo mucho mayor de convertirse en deficientes de B-12. Esto no significa que todos se convierten en deficientes de B-12. Este déficit es especialmente cierto con los recién nacidos, especialmente los bebés de madres veganas lactantes comensales de comida viva que no están usando suplementos de B-12. En contraste con el almacenamiento promedio del adulto de 2000-3000 pg. de B-12, los recién nacidos de madres con normal B-12 tienen alrededor de 25 pg. Los estudios han demostrado que la leche durante la primera semana de vida contiene grandes cantidades de B-12. Esto significa que el almacenamiento de la B-12 en los lactantes al nacer es, normalmente, suficiente para durar las primeras semanas de vida. Posteriormente, deben obtenerlo de la leche materna o de otras fuentes. En caso de que una madre vegana o de alimentos vivos ya sea deficiente de B-12 durante el embarazo, el bebé puede nacer con niveles seriamente bajos de B-12 y desarrollar signos clínicos de deficiencia tan pronto como en dos semanas. La investigación general sugiere que incluso entre los no -vegetarianos, la B-12 puede ser insuficiente en los lactantes, y que tal vez todas las madres lactantes deberían considerar los suplementos de B-12 para ellas y sus hijos durante el tiempo de lactancia materna. Esta falta de B-12 en la dieta de la madre durante el embarazo se ha asociado con la falta de producción de mielina, que es el recubrimiento de los nervios. Se tarda entre uno y doce meses para desarrollar, y se manifiesta como falla en el crecimiento y lento progreso en el desarrollo. Los bebés son a menudo letárgicos, pierden su capacidad de utilizar adecuadamente los músculos, e incluso su armonización sensorial disminuye. También tienen anemia macrocítica irregular. La buena noticia que mostró un importante estudio en el Reino Unido, en 1988, al estudiar a 37 niños veganos, fue que hubo crecimiento y desarrollo normal en los niños que fueron amamantados durante 6 meses como mínimo, cuando hubo administración de suplementos de B-12. Se halló que niños y jóvenes adolescentes, que fueron suplementados con B-12, crecieron normalmente. Los adultos que eran vegetarianos sin la administración de suplementos de B-12 por más de seis años, por lo general tienen menos B-12 que los adultos no vegetarianos en la investigación general. En un estudio con adultos en 1994, el 81% de los veganos adultos tenían un B-12 inferior a 200 pg. Eso es aproximadamente el porcentaje de adultos en una dieta de alimentos vivos que son bajos en B-12. En mi experiencia clínica, los comedores de carne, veganos y personas que comen alimentos vivos tienden a tener un porcentaje bastante alto de deficiencia de B-12, aunque los carnívoros tienen menos incidencia. Mi experiencia es que los veganos que comen alimentos cocinados veganos tienen una mayor incidencia de deficiencia de B-12 que las personas que comen alimentos vivos, pero aun así hay una importante incidencia en las personas que comen alimentos vivos. En los vegetarianos y veganos, también hay una alto porcentaje por debajo de 200 pg., alrededor del 54%. Un estudio realizado en 1982 por Dunn y Scott, de veganos
crudívoros, con 83 sujetos de la Natural Hygiene Society, mostró que el 92% de los veganos tenían una B-12 inferior a 200 pg., y en el 53% fue inferior a 100 pg. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que hay deficiencia de B-12 cuando se está por debajo de los 200 pg. Los porcentajes de deficiencia de B-12 tienden a aumentar con el tiempo en una dieta de higiene natural. Otro estudio realizado en Finlandia, en 1995, que examinó la condición de la B-12 en veganos 100% crudívoros por un largo plazo, encontró que el 66% de la población tenía un porcentaje de B-12 inferior a 200 pg. Un estudio realizado en el 2000 por Donaldson, en los Acres Hallelujah, en personas con dieta de comida viva principalmente, pero con algo de suplementos de B-12 a través de la levadura nutricional, mostró que sólo alrededor del 15% de las personas tenían menos de 200, y ninguno de ellos menos de 160. La suplementación con levadura nutricional fue de 5 pg. de B-12 proveniente de una cucharada de Red Star Vegetarian Support.
Hasta este momento, muchos de nosotros hemos sentido que la administración de suplementos adicionales para personas que comen alimentos vivos con vegetales marinos o fórmulas probióticas era suficiente para la protección contra la deficiencia de B-12. Esto no parece ser el caso. En los macrobióticos, que primariamente cocinan sus alimentos, vemos un porcentaje muy alto de niños que realmente tienen retraso del crecimiento debido a la baja ingesta de B-12. A muchos de nosotros nos pareció que la espirulina, las algas del Lago Klamath y todos los vegetales marinos tenían bastante B-12 activa para evitar una deficiencia de B-12. Aunque la investigación no está completa, sí sabemos que, como ya he señalado en Conscious Eating, estas sustancias tienen B-12 activa en humanos. El problema es que también tienen una cantidad significativa de B-12 análoga que compite con la B-12 activa en humanos. Esta cantidad análoga no fue medida en mis estudios. Usando el enfoque de reducción de ácido metil malónico, que es ahora la regla de oro, la investigación mostró que cuando las personas usan nori seco y fresco de Japón, el nori seco en realidad
empeoró la condición del ácido metil malónico (MMA), lo que significa que en realidad redujo la B-12. Por lo tanto, podría empeorar la deficiencia deB-12. La nori cruda parecía mantener el ácido metil malónico en el mismo nivel, lo que significa que no daña la B-12, pero la investigación demostró que tampoco ayuda particularmente. Ningún alimento en Europa o los EE.UU. ha sido examinado para reducir el ácido metil malónico.
(Continúa)