Houndix, estoy totalmente de acuerdo con una cosa que has comentado en tu 1º post: que al pertenecer a una “tribu urbana o subcultura para querer diferenciarnos del resto acabamos siendo uno más del rebaño”.
Yo, como la mayoría, he pasado por muchas etapas aunque la constante ha sido siempre el no sentirme igual al resto de la gente y tender, inconscientemente, a diferenciarme de ellos por ese motivo.
Hasta los 10 años me vestía de uniforme para ir al colegio y los fines de semana como mi madre veía oportuno y adecuado. A partir de ahí caí en el rollo hippie que fue, gradualmente, de lo más extremo a quedarse en un suave matiz “jipilongo” en mi forma de vestir. Creo que empecé a vestir hippie porque a esa edad empecé con temas de espiritualidad, madre tierra, respeto a la naturaleza, etc pero vamos, que no era una hippie convencida ni mucho menos, me vestía de aquella manera y punto. A los 12 o 13 años, más o menos, vi una película (La Reina de los Condenados) en la cual hablaban ligeramente de “los góticos” y ese fue mi primer contacto con esa tribu urbana (es triste pero hasta ese momento no sabía de la existencia de los góticos, ni de los punk, ni de los raperos ni nada por el estilo. Supongo que el colegio de monjas y la poca vida social que tenía no me espabilaron a tiempo para descubrir la fauna y flora de nuestra sociedad). Recuerdo que cuando la vi pensé en que yo siempre había querido vestir así pero que había pensado que era una locura, que la gente se reiría de mí. Total, que tras hacer un par de búsquedas por Internet me reconocí en esa tribu. A mi madre no le extrañó demasiado, ya de chica apuntaba maneras (si, mi madre es de las que dice que de chica era más rara que un perro verde, que me gustaba todo lo raro y oscuro ). Después, con 14-15 años, vino mi etapa gotico-yolis XD Me empecé a juntar con chicas “Yolis” (es que en mi pueblo era la única gótica y mis amigas eran de ese estilo, que le iba a hacer yo) y en mi se fusionaron Marilyn Manson con la Húngara y Las Chuches, por ejemplo. Mas tarde, junte todo esto con el salir de fiesta y escuchar Regetoon. Total, que yo era un batiburrillo de estilos al que se sumó el hip hop durante un pequeño periodo de tiempo. Cuando salí del instituto y conocí a gente gótica real empecé a tener claras las cosas y me di cuenta de que tal y como la gente entendía en Gótico yo no lo entendía. Me dio la sensación de ser algo muy superficial, muy de cara a los demás y yo lo entendía como algo más íntimo y personal. Así que poco a poco me he ido puliendo y a día de hoy visto de negro, si, pero a mi manera, escucho lo que quiero, tengo mi forma particular de ver las cosas y no me gusta que me califiquen. Llevo mi propio estilo y me gusta, porque es mío y me define a mí, que es lo importante.