Me da bastante pena leer comentarios tan despectivos a cerca de unas fiestas tan bonitas y que tanto cariño y buenos recuerdos me traen a la mente.Iniciado por erfoud
El día de San Sebastián con la Tamborrada y el día de Santo Tomas, lo he pasado tan bien que como mínimo me gustaría dar mi versión desde mi forma de sentirlas, para suavizar la idea que se hallan podido hacer los que las desconocen.
El día de San Sebastián es el día de la Tamborrada, para una niña como yo cuando la descubrí.
No sabía muy bien el origen de la tradición y el por qué de los distintos disfraces, lo que si sabia y me aceleraba el corazón es que iba a salir con mas niños de mi colegio en la tremenda procesión compuesta por todos los colegios, por las calles de San Sebastián.
Yo concretamente iba casi a la cabeza de mi grupo vestida de cantinerita.
No penséis que ese día simplemente nos juntábamos todos en los jardines de Alderdi Eder, delante del ayuntamiento y salíamos, en realidad, esta fiesta se ensaya muchísimo. Todos, desde los que tocan el tambor, los que tocan los barriles, los cocineros, o los que desfilan con hachas tenedores y cuchillos gigantescos, cantineras, gastadores etc. Todos llevan ensayando semanas en sus colegios para ir al unísono.
Por todas las calles por las que transcurre la procesión, ponen altavoces por los que suenan la marcha de San Sebastián y todos los niños tocan sus tambores al ritmo.
Os puedo asegurar que es impresionante, esa cantidad tan grande de tambores tocando a la vez.
Los niños van emocionados y guapísimos, y los mayores les vemos pasar recordando la experiencia que fue cuando salíamos nosotros.
Luego está la tamborrada de los mayores que es por la noche, en la que participan sociedades gastronómicas y alguna otra agrupación. Esta vez no hay altavoces y cada grupo lleva sus músicos para hacer la melodía a los que siguen los tambores y barriles.
Es una noche de cenar bien y de fiesta callejera.
Si tenéis la oportunidad de asistir, seguro que lo pasareis muy bien. Seguro.
La fiesta de Santo Tomas, es una feria en la que se exponen los mejores productos de los caseríos. En la parte vieja, se ponen muchos puestos con productos curiosos, como tomates, puerros, zanahorias, calabazas, etc., gigantescas. También productos elaborados en el caserío como quesos, mermeladas, membrillos, sidra, txacolí, un largísimo etc. Y por supuesto txistorra, (producto estrella de Santo Tomas) y otros productos de origen animal.
Por lo tanto, como fiesta vegana muy mal, un cero. Como fiesta vegetariana, fatal. Como fiesta sana y saludable para la salud, deja mucho que desear. Pero esto es así en todas las fiestas populares. Si queremos asistir a una fiesta que no vaya en contra de los principios veganos, tendríamos que buscar en otro planeta, o hacer una fiesta privada.
Yo soy vegana y me gustaría que se respetasen a los animales. Creo que dejar de maltratar a los animales es el fin a conseguir, pero para ello hay muchos medios y creo que no todos valen o son eficaces.
Desgraciadamente los veganos y vegetarianos somos muy pocos y aunque hay mucha gente que con cierta información y viendo ciertos puntos de vista sobre el tema, cambiarían de parecer, no se les puede abordar diciéndoles que son imbéciles y unos cabrones por hacer lo que han visto hacer desde que nacieron. Como muchos de los veganos que lo somos desde hace cuatro telediarios…
Creo que para esta causa es más contraproducente un vegano agresivo que un carnicero de barrio.
Podríamos excluirnos, no asistir a ninguna fiesta, no entrar en ningún establecimiento en el que haya productos animales y no relacionarnos con la gente que consume animales. Pero si ya éramos pocos y encima desaparecemos, poco favor hacemos con esto a los animales.
Si queremos que haya cambios en la sociedad, tendremos que hacerlo participando e interactuando con ella.
Por mucho que despreciemos la cultura y las tradiciones de la gente, la cosa no va a cambiar.
La gente seguirá tan contenta con su bocadillo de chorizo ajena a esa información que hizo que nosotros mismos dejáramos de comerlos.
No son gentuza despreciable por comer carne, simplemente no han tenido la información que a nosotros nos ha hecho tener nuestro actual punto de vista.
Y de una cosa estoy segura. Si alguien pretendería aleccionar a la gente en este sentido con un bate de béisbol, algún animal lo acabaría pagando…
Así que yo orgullosísima de mi ciudad os invito a que vengáis el día de Santo Tomas, veáis el ambiente, con toda la gente vestida de caseros y caseras, os acerquéis a un puesto y compréis talos (una especie de creppe de harina de maíz) bebáis sidra y mientras tanto le contéis vuestras experiencias a los demás.
De lo que estoy absolutamente segura es que os lo pasareis genial y os llevareis un buen recuerdo.
Teniendo en cuenta, que desgraciadamente la sociedad no es vegana. Todavía.