En mi caso, y sin ningún criterio por eso de haber nacido en Salamanca, quería ser sevillana... esos vestidos de lunares... esas peinetas... esos zapatitos para hacer ruido... Y los labios pintados desde chiquitita!!!! Qué disgusto cuando me dí cuenta de que tenía que haber nacido en otro sitio. Ahora no me gustan ni los vestidos, ni los zapatos, ni las peinetas, ni el rojo de los labios. Quizá sea pr frustración
Y vosotros qué queríais ser (a mí todavía me quedan una serie de fases "laborales" que contar frustraditas antes de cumplir los doce...)