Descubriendo a los primates con el Dr. Jordi Sabater Pi

En nuestro país no hay ningún tipo de conciencia de que los animales tengan algún derecho. Existen algunas asociaciones, pero desde el punto de vista de estar interesados en los derechos de los animales y en su dignidad, seguramente estamos entre los últimos países de Europa”. Dr. Sabater

El mundo académico conoce bien a este Catedrático emérito de psicobiología y etología, Doctor Honoris causa por la Universidad Autónoma de Barcelona y por la Universidad Autónoma de Madrid, reciente premio Narcís Monturiol a las ciencias (mayo 2005), que fue el introductor de la etología en nuestro país y quien creó la primera cátedra de dicha especialidad en la Universitat de Barcelona.

Después de toda una vida dedicado al estudio de la conducta de los animales, y en especial de los primates, ¿qué es lo que más le ha impresionado de su comportamiento? ¿Cuál es el mayor hallazgo de la etología en el campo de los grandes simios?

La proximidad con el ser humano y, en el caso de los chimpancés, que todo lo que hacen es cultural y que toda su cultura es aprendida de sus padres. Podemos dividir la conducta de los chimpancés en áreas culturales.

Un supuesto tradicional para considerar al hombre diferente a los demás animales y superior a ellos era el pensamiento racional y la capacidad lingüística. Sin embargo, la Dra. Lyn White Miles explica que el término malayo orang-után, se ha traducido como “ser razonable de los bosques” o “vieja persona de la selva” y usted mismo ha hablado del “hombre de los bosques” refiriéndose al orangután.

El concepto de animal es relativo: hace doscientos años pensábamos que los negros no eran humanos, los cogíamos como esclavos creyendo que eran seres parecidos a nosotros pero que no eran propiamente humanos. Esto ha durado hasta hace poco, porque hay que tener en cuenta que España abolió la esclavitud (humana) hace exactamente ciento diez años; todavía vemos a la gente de color con muchos prejuicios y hay gente que piensa que no somos iguales a ellos. Algo parecido sucede con un chimpancé, un gorila, un orangután... Nosotros hemos estudiado los bonobos (chimpancés pigmeos) y hemos comprobado que los indígenas, por ejemplo, no los matan. Existen muchos pueblos africanos que ven los bonobos como un pariente muy cercano del hombre.

Los póngidos (gorilas, chimpancés, orangutanes, bonobos) pueden desarrollar sistemas de comunicación semejantes a los de un niño de dos o tres años, entienden el lenguaje oral igual que el lenguaje de signos, lo usan de forma creativa... y usted escribió un artículo titulado “El concepto de comunicación en los primates”. ¿Qué se sabe de su lenguaje?

A los chimpancés se les enseña con diferentes sistemas de comunicación: con un lenguaje de gestos, como el de los sordomudos, o con un lenguaje artificial tecleando signos mediante un ordenador; no con la lengua hablada, porque estos animales no tienen laringe, pero pueden aprender hasta mil palabras con signos, colores... Tendríamos que considerar al Homo sapiens hace 200.000 años: ya me gustaría observarle por un agujero para ver qué hacía, y lo que hacía era... casi nada.

¿Es cierto que el chimpancé es más parecido a un ser humano que una cebra a un caballo?


Sí, el chimpancé es como un homínido prehistórico.

Si ni la cultura, el lenguaje, la inteligencia o las emociones son rasgos exclusivos del hombre, es decir, si los chimpancés poseen no sólo la capacidad cognitiva sino también los elementos culturales que habíamos reservado como distintivos de la condición humana, entonces ¿qué nos hace humanos?

Diría que básicamente el sistema de comunicación. Sistema que además es acumulativo ya que, en cierta manera, nosotros no representamos más que el vértice de una pirámide, porque usted y yo no somos sólo nosotros: somos nosotros y nuestros ancestros.

Los bonobos, en especial, tienen una actitud muy pacífica, mucho más que nosotros. ¿En esto son superiores a los humanos, en no ser tan violentos?

La violencia es algo que no conduce a nada bueno. Es un consumo de energía negativo.

Pese a todo, algunos de estos primates pueden ser caníbales...

Sí, los chimpancés.

¿En qué casos llegan a estos extremos? ¿Cuando no hay comida?

Incluso habiendo comida, les gusta. Son omnívoros, como nosotros. El hombre ha sido un gran antropófago. Hace muchos años trabajé en la antropología de los fang, en Guinea, y aún pude conocer a algunos indígenas que no habían visto blancos. Porque sabía hablar la lengua fang, tras entablar amistad y conversando con ellos, algunos llegaron a confesarme que habían comido carne humana.

¿Por necesidad o porque formaba parte de su cultura?

No, porque era buena. Todo esto tiene un principio: comían carne humana, pero de gente que no pertenecía a su tribu. El motivo es el antropocentrismo. Como los aztecas, que se comían el cuerpo de sus enemigos. Los aztecas se comían a los prisioneros. ¡Eran unos caníbales tremendos! Les sacaban el corazón y luego tiraban el cuerpo. Esto viene de una cosa muy sencilla que se debería explicar en las escuelas: todos los pueblos piensan que ellos son únicos y que son los verdaderos hombres.

¿Igual que griegos o romanos respecto de los bárbaros?

Claro, los bárbaros no sabían hablar y si no sabes hablar no eres un verdadero hombre y puedes ser comido. Al no ser humano, puedes matarlo.

Si aceptamos, después de todo lo que hemos dicho, que está más que probada la alta inteligencia y sensibilidad emocional de los primates no humanos y que son nuestros hermanos por su filogenia, incluso que son capaces de aprender nuestro lenguaje y comunicarse con nosotros, ¿por qué entonces no cambia nuestra relación y actitud hacia ellos? ¿Por qué interesa seguir definiendo de modo distinto al hombre como persona y a los otros como “animales” y, en consecuencia, como “inferiores”?

Por el antropocentrismo. Si hemos sido capaces de hacer lo que hemos hecho con los negros, imagínese con un chimpancé.

¿Qué se puede hacer para acabar con el llamado especismo o prejuicio de la superioridad humana sobre los animales?

Enseñarlo. Esto debería enseñarse a los niños en las escuelas. Es un problema de educación. Todo lo que estoy diciendo no se enseña en ninguna escuela, pero se debería hacer. ¡Lo que le costó a Darwin que se aceptara su idea de la evolución! Y todavía hay mucha gente que no la acepta, cuando es algo totalmente evidente.

Si el antropólogo Geza Teleki asegura que «Ellos son nosotros», ¿por qué admitimos sólo nuestro parecido con los grandes simios, pero no aceptamos que somos simios?

Por la morfología, el aspecto externo. Pero somos primates. Compararnos con los monos es algo que molesta, nos molesta. Es como una caricatura. Los chimpancés se utilizaban en las playas vestidos de humanos, en circos, en plan de burla... El chimpancé ha sido un animal muy ridiculizado en espectáculos.

Si la semejanza es tanta entre personas y póngidos, no parece aceptable mantener a estos animales en situaciones de cautividad, maltrato, espectáculos, laboratorios médicos... Entonces, ¿por qué se admiten aún experimentos con chimpancés vivos y conscientes mientras que se prohíben con un ser humano que ha sufrido muerte cerebral y no puede ni hablar ni sentir?

Porque los chimpancés no protestan, y la sociedad lo tolera o hace ver que no lo sabe. Teóricamente, en la Comunidad Europea está prohibido, pero se sigue haciendo a escondidas...

¿Qué habría que hacer para evitarlo?

Lo que hay que hacer es insistir en que esto debe enseñarse en los colegios. A los niños de tres, cinco años... se les debe explicar el significado del antropocentrismo, es decir, el sentirse superior a los demás. Hitler, con su idea de la raza aria, es un caso concreto de este fenómeno (un absurdo porque ario es un término lingüístico) que le permitió justificar los campos de extermino. Hitler no sabía nada de antropología y era un demente. Aunque se dijo que le gustaban los perros, un hombre así no pudo amar a los animales.

¿Por qué se relaciona matar toros con la españolidad?

Los toros no tienen nada que ver con los españoles. En Italia había corridas hace 100 años como en España. Las suprimieron por ley hace una centuria y no pasó nada. Los toros existían en muchos sitios: en Grecia, en casi toda Europa..., asociarlos con España es una tontería.

¿Por qué han continuado en nuestro país?

Porque aquí no ha llegado la modernidad ni la Ilustración. O ha llegado muy empobrecida. Nuestro país aún está muy atrasado en muchos aspectos.

Es curioso que el primer mandamiento de Buda sea: “no causes dolor a ningún ser viviente”, y el de los cristianos: “no mates a ningún ser humano”...


Sí, esto viene del judaísmo. El único santo que fue un protector de los animales fue San Francisco y estaba muy mal visto... Incluso le fue muy difícil ser recibido por el Papa debido a su actitud hacia los animales.

En el Génesis, Dios da al hombre el dominio sobre los animales y luego le castiga con el Diluvio, pero salva a los animales. ¿Le parece una contradicción?

Los salva para que los hombres se alimenten. En nuestra tradición, siempre se actúa en beneficio humano.


Esta entrevista ha sido resumida. Fuente: http://www.ub.edu/fildt/

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