Jajaja, pues entonces es que Orión es muy relajadito.
Cuando me meto en la cama viene y se asoma para que le haga hueco debajo de la manta, y me abraza ronroneando hasta que nos quedamos dormidos. Cuando le parece sale y se tumba en los pies, y por la mañana cuando me despierto viene otra vez a abrazarme bajo la manta, así que me quedo un rato en la cama con él, más agustito que nada. Ya veremos como duerme Congo...