Era un ser maravilloso y lleno de amor.
No podemos estar más agradecidos, pues nos dio muchos más años de los que nadie esperaba.
Ayer nos avisó de que no podía más y pudimos despedirnos. Salió de la cama por primera vez en días para estar con nosotros . Le preparamos un rincón agradable con todas las cosas que le gustaban y le acariciamos durante horas mientras se apagaba. Pero no se quedaba del todo tranquila y decidimos intentar una última lucha yendo a urgencias, dónde se confirmaron nuestros miedos.
La leucemia pudo con ella, y quería descansar.
Así que se lo concedimos.
Aún le quedaban muchas horas de agonía y no se lo merecía. No queríamos que muriera sola en casa ni sufriendo más.
Se fue acompañada. Con un veterinario buenísimo. En nuestros brazos mientras yo la besaba hasta el mismo final. Se fue como vivió. De una manera digna y tranquila.
Ojalá se sienta aunque sea un poquito correspondida allá donde esté.
Hicimos lo mejor pero estamos destrozados.