* Sexo: Macho
* Raza: comun europeo
* Edad: 3 años y 4 meses
* Tamaño: Grande

Carácter:
tiene mucho miedo, era un gatito callejero antes de sufrir el accidente. Cuando coge confianza se deja manipular perfectamente. Es muy noble.


Estado de salud:
Recuperándose de un atropello que le ha dejado paralítico. Afortunadamente no se le rompió la columna pero sufrió un grave traumatismo que le ha dejado insensible mucho tiempo.




Se entregará castrado, y las vacunas pertienentes que le corresponden.





Desparasitacion+ castración+vacunación (Triples+PIF)




Historia:
Éste es Lázaro, un gatito que fue atropellado el pasado domingo 7 de noviembre.

Salió corriendo de debajo de un coche en el preciso momento en que pasaba otro, no iba muy rápido pero lo suficiente para atropellarle, y lejos de parar para ver "qué había sido ese ruido" que le dejó sin una rejilla del parachoques, siguió su camino sin inmutarse.

Mis ojos no pudieron fijarse en le agresor ya que solo podían fijarse en Lázaro, que entre maullidos y bufidos de miedo y dolor se arrastraba con sus patitas delanteras hasta refugiarse debajo de un coche.

Mi familia y yo intentamos sacarle de ahí pero tenía demasiado miedo, pasó la policía y les pedimos ayuda pero en el único teléfono que teníamos de urgencias veterinarias nos pedían 200 euros por venir a poner una inyección letal al gato. Y ni teníamos el dinero ni pretendía sacrificarle así sin más, sin valorar su estado o luchar por el.

Una de las veces que miramos debajo del coche le vimos colgando de un eje de las ruedas y pensamos que había muerto, pues su cuerpecito colgaba inerte... Pero a la mañana siguiente me llamó mi madre al trabajo para decirme que el gato seguía vivo, estaba igual, debajo de otro coche, sin moverse, indefenso y asustado, posiblemente paralítico.

Afortunadamente, las chicas de EL Hogar de Luci tampoco permitieron que se acabase con Lázaro así por las buenas. Debíamos luchar tod@s junt@s por ese pequeño desconocido, como hacemos siempre.

Unos chicos habían parado porque le vieron arrastrarse y le metieron en un trasportín que casualmente llevaban en su coche. Yo, feliz de verle con vida, me apresuré a llevarle a un veterinario.

Mientras hay vida, hay esperanza, y siempre se puede hacer algo por el.

Llevamos al maltrecho gatito a uno de los veterinarios que colaboran con El Hogar de Luci, la asociación que nos ha apoyando al pequeño y a mí y se está haciendo cargo de los gastos.

Hicimos radiografías, exploraciones, análisis, etc. y resultó que no tenía la columna rota, que existía una posibilidad de que se recuperase, tenía reflejos en las patitas aunque era incapaz de moverlas y de controlar esfínteres. Esto podía significar que fuese solo algún proceso inflamatorio que oprime los nervios que envían las órdenes a la parte inferior del cuerpo, y con un tratamiento y tiempo podía curarse. O que fuese una lesión medular, lo que no tendría cura.

Además, había otra mala noticia: era inmunodeficiente. Tendríamos que tenerle aislado de mis otros gatos, y con el estrés que supone para un pobre gatito salvaje, acostumbrado a vivir en libertad sin humanos que le atosiguen, tuvimos que "hospitalizarlo" en una habitación. Eso sí, con todas las comodidades que hemos podido darle: su camita, su manta, su calefacción, comida de la mejor y toda el agua que quiera, porque nos hemos propuesto conseguir que vuelva a andar, se lo merece...

Ha pasado una semana, y a pesar de lo incómodo que supone para él hacerse sus cositas encima (ya sabemos que los gatos son muy pulcros. Y de demostrar una gran paciencia cada día todas las veces que hay que limpiarle, Lázaro empieza a evolucionar. Se despereza y estira las patitas, las encoge, incluso apoya las rodillas para cambiar de postura porque todo el día tumbado del mismo lado cansa...incluso esta mañana me ha dado una gran alegría y ha aparecido encima de la cama.

"Evacuando", cada día hace un pequeño pero alentador avance, yo creo que es cuestión de tiempo.

Después nos han prometido que se irá a vivir con dos mininas guapísimas que le esperan en El Hogar de Luci. Gala y Doña Sumé. Inmunodeficientes como él.

Vivirán en su casita de madera, con un porche estilo jaima y un parque sin coches donde pueda volver a correr, saltar, jugar y hacer todo lo que quiera sin miedos...

Aún le queda un largo camino, tiene que volver a controlar sus esfínteres y coger fuerza en sus patitas porque ha perdido mucho tono muscular. Tenemos que seguir ayudándole con su medicación, sus laxantes, sondarle de vez en cuando para vaciarle la vejiga,...en fín un montón de cosas que no son agradables para el, pero necesarias para que pueda volver a llevar una vida normal.

Una vez más, cualquier esfuerzo ha merecido la pena si se trata de salvar la vida de un animal, un ser inocente que no eligió que camino tomar, sino que fue truncado por un humano.


Otros detalles:
Tresa: 619 932 338 - 635120868
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Tresa.elhogardeluci@gmail.com