Si no nos abandonaras vilmente lo habrías sabido
Pero vamos, que si hay que seducir se seduce, yo me meto a la cocina y hago lo que haga falta....
PD: la buena pinta no es cosa de la guapísima fotógrafa ni de la simpatiquísima cocinera, ¡ni siquiera de la modesta comensal! Es todo cosa de la luz.