Personalmente creo que perdernos en reivindicaciones colaterales es quemar esfuerzos y perder tiempo de cara lograr el objetivo.
El hecho de que se hiciese efectiva una ley reguladora en este sentido lo vería un avance, un síntoma de cierta toma de consciencia, pero no dedicaría esfuerzos a pedir una nueva regulación si no para acabar con ello.