No creo en el destino (determinismo) porque las personas (humanas o no-humanas) no somos planetas que giran alrededor de una órbita, las personas sentimos y tenemos la posibilidad de elegir entre muchas opciones, es decir, existe el libre albedrío y la voluntad.
Si no hubiera libre albedrío, es decir, si todo estuviera determinado entonces no existiría la ética porque nadie podría ir contra el destino de sus actos. Según esto, alguien podría asesinar pero podría defenderse diciendo que no fue culpa suya sino culpa del destino, que no pudo hacer otra cosa (mala fe).
Todos vamos a morir (a no ser que inventen algo), pero eso es el destino biológico de nuestras células, no que exista un destino en cuanto a nuestras decisiones.
Saludos,
David.