La sabia naturaleza nos ha privado de pelaje que nos abrigue y por tanto nos condena a sufrir los rigores climáticos, pero los humanos somos muy listos y descubrimos que esa pega se puede solventar poniéndonos ropa.
Pero eso nos puede llevar a grandes peligros porque vamos contra natura.
Se empieza por ponerse uno un jersey y se termina fabricando la bomba atómica.
No me deis el mérito de este sagaz razonamiento a mí, si no a mi mentor, Vasu, que es el origen de que se me ocurran cosas tan magníficas, (modestia aparte).