Realmente no sé por dónde empezar. Flipo con algunas cosas que he leído.
Mi primera hija me la sacaron en el hospital; mi segundo hijo nació en su casa.
Os voy a contar mi experiencia en los dos casos.
Hospital:
Mi niña nació en el hospital Príncipe de Asturias de Alcalá. Fui con rotura de bolsa en la semana 37. Lo primero monitorización de la niña pinchándole un gancho con forma de muelle en su delicada cabeza, aun dentro del útero. Se movía el cable y dejaba de oirse latido de vez en cuando. Fue muy angustiante. Después enema (humillante). Me negaron el agua durante 20 horas.
El tema de la epidural es largo, pero lo resumo. Yo no dilataba, así que me pusieron la oxitocina sintética (que produce contracciones más intensas y dolorosas que la natural); como consecuencia pides la epidural a gritos. Al principio fenomenal, porque no sientes dolor...
Pero mi hija no nacía, estaba muy arriba. La postura horizontal contranatura sobre la cama obliga al bebé a salir mirando hacia arriba, y en vez de ayudarse de la fuerza de la gravedad para bajar por el canal de parto, tiene que luchar contra esa gravedad. Mi hija no conseguía ganar la batalla contra la gravedad. Cuando deciden pasarme al paritorio había más de 10 personas mirando (hospital universitario). Me hicieron la maniobra de Kristeller 3 veces (ya mundialmente desaconsejada). Casi perdí el conocimiento por falta de oxígeno mientras apretaban desde arriba. Practican una episiotomía para poder introducir los fórceps. Yo lloraba de dolor, porque el efecto de la epidural se desvaneció, y lo que entraba por el goteo ya no me hacía NADA.
Mi hija salio con un carrillo y una oreja negros por el fórceps. le cortaron tempranamente el cordón; luego tuvo problemas de anemia al año. Yo arrastré secuelas de la episiotomía durante 9 meses. No podía mantener relaciones. 2 ginecólogos me dijeron que no había nada que hacer. Una osteópata consiguió arreglarme en tres sesiones.
Me cambiaron a la niña en el hospital. Una noche dejé que se la llevaran al "nido", y de madrugada trajeron a la que creía mi hija... le dí el pecho, etc, y por la mañana me dí cuenta que esa no era mi niña. Habían cambiado las cunas con la de la vecina.
Estas cosas pasan en España en el siglo XXI.
En casa:
Mi hijo nació hace 7 meses y medio en casa. Lo parí en 5 horas y media. Duele, pero el dolor de las contracciones provocadas por la oxitocina natural es mucho más leve que el provocado por la oxitocina sintética. Es un dolor normal, tu hijo está naciendo y tu estás ayudándole. Estamos preparadas.
Mi hijo cuando nació no lloró. Salió y buscó mi pecho, y no se quejó (aún me quedo alucinada).
De hecho no lloró hasta que le puse su segundo pañal. No había nada por lo que llorar!
Parí a 4 patas, como paren las hembras mamíferas. El canal de parto se abre, por el peso del bebé y la gravedad ayuda, es más fácil y rápido. ¿Os imagináis una vaca o una gacela pariendo en una cama? Da risa ¿verdad?
Tuve un desgarro al salir los hombros, porque me precipité en los pujos. Las matronas lo cosieron. El desgarro no duele. La piel está tan comprimida por el paso del bebé que la sangre no llega y no hay señal de dolor. Cuando hay desgarros, la piel se "rompe" por donde está más frágil, y se cura mejor. En la episiotomía cortan todas las capas de la piel y el músculo.
Cortaron el cordón cuando dejó de latir. Mi nene ya estaba enganchado a su tetilla, y lo que le queda!
Cero secuelas, ni físicas ni psicológicas.
Estamos preparadas para esto; para aguantar el dolor del parto natural. El mayor enemigo es la cultura. Nos han enseñado que duele de forma insufrible, que es peligroso, dramático... y estamos acojonadas (las películas americanas tienen mucha culpa). El miedo hace que el parto se bloquee. Si una gacela está pariendo y aparece un león, la adrenalina hace parar el parto en seco y permite la huida de la gacela. El miedo que tenemos nosotras hace que el parto se pare, y hay una lucha en nuestro cuerpo por el bebé que quiere salir y la adrenalina que no deja que salga. Ahí es cuando duele.
Las muertes en los partos ahora son anecdóticas en ambos casos. Antes los niños morían porque se desconocían las más elementales medidas higiénicas. Una partera asistía un parto, y sin lavarse las manos atendía a otra mujer.
Antes muchas mujeres estaban desnutridas, enfermas, o los niños venían mal, o débiles. Eran otros tiempos. No se trata de volver a eso. Se trata de no tomar el embarazo y el parto como una enfermedad que nos tienen que curar en el hospital. Es un acto fisiológico, como el respirar o evacuar (salvando las distancias). Nadie va al hospital a hacer "caquita" no sea que le pase algo.
Las matronas, antes de aceptar un parto en casa te piden unos requisitos mínimos, como tener un hospital cerca y accesible, que estés sana, que el embarazo sea sin complicaciones, y unos cuantos
etc. más. Ellas tampoco quieren líos. Si hay complicaciones "normales" están muy capacitadas para resolverlas, y también lo están para considerar cuándo es el momento de marcharse al hospital en caso de necesidad. Según mi ginecólogo hay un márgen de una hora más o menos en caso de que algo vaya muy mal.
En el Centro Urdimbre hay charlas gratuitas donde se pueden preguntar todas las dudas que se tengan sobre parto natural. Yo estuve ahí, y dí a luz con el equipo de en la Décima Luna; encantadores:
http://www.enladecimaluna.com/
Os recomiendo encarecidamente la lectura de libros para despojaros de este miedo que no nos deja parir a gusto:
http://porunpartorespetado.espaciobl...iz-velez-frias
http://sites.google.com/site/casilda...mos-con-placer
http://www.enbrazos.com/articulos/El...ctualizado.pdf
Hay mucha más bibliografía, toda ella excelente. Yo cambié y no me arrepiento.
Dar a luz a un hijo es la culminación de un acto de amor que comenzó 9 meses atrás, en la intimidad con nuestra pareja. Así es como debe concluir; mi hijo no quiere ver luces cegantes, ni sonidos estridentes. Quiere ver la cara de su madre, de su padre... y nada más.
Si, soy una irresponsable, pero irresponsable por no haberme informado lo suficiente con mi primera hija. Hay que ver en profundidad las dos opciones, y solo después tomar una decisión.
Es nuestro cuerpo, es nuestro hijo, es nuestra responsabilidad. No podemos dejar su nacimiento en manos de terceros que no conocemos. Hay que ser consciente de lo que se hace, es verdad.