Todos los chinos no comen perros ni gatos.
Mientras no se demuestre lo contrario toda la gente tiene derecho a ser considerada inocente.
En España también se comían los gatos en la época de la guerra in-civil y posteriores, y no podemos asegurar ahora mismo que no haya perturbados que sigan haciéndolo de la misma manera que se comen otros animales.