Tengo la suerte de que la fitoterapia ha estado siempre muy arraigada en mi familia, y de mis bisabuelos por ambas partes me han llegado libros y recetas. Intentaré publicar más. Yo personalmente tengo mi pequeña despensa con tarritos llenos de hierbas de las que tiro antes de ir a la farmacia. Por otro lado, os explico las propiedades de las hierbas que he utilizado para esta receta.
Tomillo: es desinfectante y tiene cierto efecto bactericida, actúa sobre todo en la garganta y de hecho es recomendable hacer gárgaras con su infusión en caso de afonía.
Romero: tiene un suave efecto estimulante. Aplicado su aceite sobre la piel, estimula la circulación sanguinea e incluso el crecimiento del pelo. Sin embargo, el aceite esencial se debe usar sobre otro aceite vehicular. Por ejemplo, 20 gotas de aceite de romero en 100ml de aceite de girasol(el bolsillo os lo agradecerá)
Amapola: por su efecto sedante, en caso de catarro ayuda a calmar la tos y a dormir mejor.
Malva: sus flores desprenden una especie de jugo que actúa haciendo una fina película protectora sobre las mucosas irritadas, en este caso sobre la garganta.
Regaliz: las raíces ayudan a limpiar el pulmón y son interesantes en caso de que el moco haya bajado al pecho. Ayuda a espectorar.
Rabo de gato: también promueve la eliminación de moco y la purga del sistema respiratorio
Jengibre: es la menos necesaria pero aporta una especia de calor al cuerpo, sobre todo cuando el catarro se debe a enfriamiento.
Eucalipto: ayuda a respirar mejor, abre y despeja los bronquios, sobre todo si se usa en inhalaciones de vapor(también para asmáticos) o ponemos unas gotas de aceite esencial en vaselina neutra o aceite de girasol y lo aplicamos en el pecho y la garganta. Se recomienda poner una fuente de calor encima durante unos minutos, una bolsa de agua caliente o una mantita eléctrica.
Y creo que no se me olvida nada. Espero que las recetas de mis bisabuelos(ahora mías) os ayuden como han ayudado a mi familia durante varias generaciones.