- Debe ser muy divertido ir volando todo el día.
- Pues sí, la verdad, divertido a veces no porque cansa, pero me divierte “ver mundo”.
- ¿Ver mundo?, - preguntó el ternero que nunca había oído esa expresión.
- Sí, ver mundo e ir más allá del horizonte. Tengo un maestro búho que dice que se puede volar durante días sin llegar al final del mundo. - La vaca que se reía disimuladamente intervino.
- Jamás escuché tontería igual. El horizonte es una línea donde todo se termina.
- No señora vaca, dijo el gorrión. El horizonte es sólo hasta donde llega la vista y conforme uno se mueve el horizonte también se mueve.
- La vaca que se reía disimuladamente empezó a hacer preguntas con su habitual mal humor. - ¿Entonces resulta que el horizonte depende de dónde estés tú?.
- Pues claro. Bueno, no sólo yo. Sino todo el que se mueva.
- Jovenzuelo, debes saber que yo tengo 5 años y tú debes tener sólo uno así que yo sé más que tú.
- Bueno, eso depende de sobre qué cosas. Los pájaros no entendemos nada de leche, pero quizás las vacas no entiendan mucho de volar y si nunca han salido del cercado, igual tampoco saben mucho de horizontes. – Jonás veía a los dos discutir y no sabía que decir porque le parecía que los dos tenían razón. La vaca que se reía disimuladamente empezaba a alterarse porque le estaban llevando la contraria y eso no lo podía soportar. En el fondo sentía pena de aquel pobre gorrión idiota que no sabía de la misa la media.
- ¿Es que no te han enseñado que no se discute con los mayores?.
- Yo no estoy discutiendo señora vaca. Sólo doy mi opinión y creo que no la conoce usted del todo porque casi no he empezado a hablar.
- ¿Opinión?. Eso es un montón de conjeturas. Los gorriones os creéis que lo sabéis todo. – Y sin previo aviso la vaca se dio la vuelta y cagó encima del gorrión que se vio sepultado por la mierda de la vaca.
- El gorrión salió como pudo y decidió no volver a cruzarse en el camino de la vaca. Pasaron los días y observó que siempre que iba a picotear al cercado la vaca que se reía disimuladamente siempre iba en su busca. Desde lo lejos le iba diciendo: - no picotees eso. Allí tienes el agua, cuidado con los charcos que hay barro, y otro montón de cosas por el estilo. Siempre parecía que estaba interesadísima por enseñarle las cosas por su propio bien. El gorrión cada vez que la vaca se acercaba daba un vuelo y la ignoraba pero la vaca, tonta como era, cuando cogía un camino seguía el camino aunque este se hubiera terminado.
- Un día el gorrión se lo contó a su maestro búho. Buscaba algún consejo para que la vaca dejara de molestarle.
- El maestro búho le dijo. Amiguito, en la vida hay gente que desde su ignorancia no puede dejar a los demás ser como son, que piensan que lo que saben ellos no lo sabe nadie y que lo que ellos saben lo tiene que saber todo el mundo, todo a la vez. Con una sola pregunta pueden humillar la sabiduría que uno ha tardado en aprender años. Eso hace tiempo que lo aprendí y ya ves, he llegado a viejo, al final termina por resbalarte y no te darás ni cuenta de que le estás dando la espalda a sus comentarios.
Si no se deja ignorar sigue haciendo lo que estás haciendo. Da un pequeño vuelo y ponte por encima de ella que aunque esa vaca tenga orejas, no significa que sepa escuchar.
No compartís un mismo espacio, ni un mismo mundo, ni tenéis obligación de convivir. Sigue ignorándola pero no para que te deje de hacer caso, sino ignórala para que no te afecte a ti.
A fin de cuentas no importa si tiene o no tiene razón, a fin de cuentas lo que importa es que lo que tu sabes te sirve a tí y a ella no. Tú has hablado de lo que pensabas, ella te ha obligado a que pienses como ella pero la realidad es que nada es lo que creemos, sólo que mientras que unos lo reconocen otros piensan que no hay más mundo más allá de su cercado.
Si quieres que no te moleste, haz eso mismo, que no te moleste. Asume que hay animales así y que te los vas a ir encontrando por la vida. Hay gente que tiene que crear oscuridad para que su luz brille aunque ellos piensen que hacen exactamente lo contrario y quieran sacar al prógimo de su error, quiera el prógimo o no.
Alex