Jo, perdona, tienes toma la razón.
Cuando el tallo o la rama están tiernos o aún son flexibles los rodeas con alambre y, con los dedos, le das a la rama o al tallo la forma que tu quieres. De este modo cuando la rama o el tallo pasan a ser leñosas, o más fuertes (con las células endurecidas) adoptan la forma que tú le has dado y no la que hubiera tenido el árbol de por sí.
Hay varios calibres de alambre y los hay carísimos traídos de japón y yo creo que son capaces de vendertelos con música si te dejas, pero con alambre de ferretería lo puedes hacer, salvo que necesites un alambre plano y muy duro. Para quitarlo (y seguramente ponerlo) te hacen falta unos buenos alicates de puntas planas, pero esos los tienes en los mercadillos muy baratos.
Si te fijas en las tiendas veras que todos los arbolitos tienen marcas de alambrado, generalmente bastante bien camufladas por la poda que le han hecho, a veces tienen heridas gordísimas, cosas como el tallo cortado como si fuera un tronco de brasil al que luego le han tapado semejante corte con la copa.
Tío, me está entrando otra vez el gusanillo.
Un saludete.
Alex