Esta vitamina pertenece al grupo de las liposolubles, e interviene en la absorción del calcio y el fósforo en el intestino, y por tanto en el depósito de los mismos en huesos y dientes.
Generalmente nos han enseñado que aparece en los alimentos lácteos, en la yema de huevo y en los aceites de hígado de pescado. Otra forma de sintetizarla es a través de la exposición a la luz solar. Esta síntesis ocurre convirtiendo el ergosterol de la piel en vitamina D.
Su carencia genera alteraciones oseas, trastornos dentales y alteraciones metabólicas. Esto se puede ver como raquitismo, y tetania (con síntomas de calambres musculares, convulsiones y bajo nivel de calcio en sangre).
Su exceso lleva a debilidad, cansancio, cefaleas y nauseas, similares a los de una presencia excesiva de calcio.
Sin embargo hay un fruta rica en vitamina D, disponible para aquellos que tiene necesidades de esta vitamina, y es para mi gusto la fruta más rica del mundo mundial. Un noble regalo de la naturaleza proveniente de América tropical.
El Aguacate, que por cada 100 gramos del mismo aporta 10 mg de Vitamina D, siendo la dosis diaria recomendada de 5.0 mg. Entonces por cada 100 gr de Aguacate obtendremos el 200% de esta necesaria vitamina!!
Pero la cosa no queda ahí simplemente, el aguacate además es rico en vitamina E, A, K, B1, B2, B6, Niacina, ácido Pantotenico, Biotina,ácido fólico, y vitamina C.
Ahora bien entre los minerales el aguacate tiene: Calcio, hierro, fósforo, magnesio, manganeso, sodio, cobre, sodio y potasio.
Y además La característica alimentaria principal de este fruto es su riqueza en grasas que llegan en algunas especies al 30 % , pero que normalmente se mueven entre un 10 o 15 % . La ventaja de estas grasas en que están formadas por ácidos grasos insaturados ,( ácidos linolénico y linoleico fundamentalmente) por lo que, al igual que ocurre con el aceite de oliva , el pescado azul, el ajo o la manzana, nos pueden ayudar a contrarrestar los efectos perniciosos de las grasas saturadas contenidas en los aceites animales. Resulta muy adecuado para evitar la formación de colesterol, reduciendo el riesgo de sufrir alguna enfermedad vascular, como infartos o hemorragias cerebrales. Igualmente interesante en este sentido resulta su alto contenido en lecitina, necesaria en el metabolismo de las grasas y muy útil en la lucha contra el colesterol y en la prevención de la arteriosclerosis. Hay que destacar la importancia de este tipo de grasas en la prevención o tratamiento de enfermedades como el alzheimer, la depresión o la esclerosis múltiple.
Ver artículo nutricional sobre el aguacate