Las radiaciones producidas por el móvil o el wifi no son ionizantes, por lo tanto es imposible que dañen nuestro ADN (y por lo tanto que produzcan cáncer). En todo caso, si te pones al lado de una antena de telefonía móvil (de las que hay en los tejados) podría freirte debido a su potencia, pero tu ADN seguiría estando intacto.
La radiación del microondas si no me equivoco sí es ionizante, pero están hechos para no dejarla escapar. De todas formas, aunque tenga fugas, si nos situamos a unos cuantos centímetros de distancia (y no vemos hacer las palomitas con la nariz pegada al cristal
) la atenuación hace que aunque hubiera alguna pequeña fuga ésta sea inofensiva.