tanto para los lácteos como para el gluten lo fácil (sin pasar por el médico, vaya) es introducir cambios en la dieta y observar las reacciones del organismo. Esto es, probar a retirar ese alimento de la dieta y ver si el estado de nuestro organismo es diferente. Por ejemplo con el tema del gluten hay gente que tiene cierta intolerancia que se nota en que, cuando ingieren cantidades sustanciosas de lo que les afecta, presentan molestias al ir al baño (o dolores de cabeza o...), en cambio con una dieta sin gluten van perfectamente
por supuesto, existen análisis de intolerancia alimentaria