Bueno, Kaede, si te sirve de consuelo, yo llevaba unos 38 años de mi vida comiendo carne, y también en mi familia son más carnívoros que hienas. Ahora bien, lo importante es, por una parte tener claro qué pretendemos con este cambio de alimentación; a mí, el saber que no voy a contribuir al sufrimiento terrible de seres inocentes ya me basta para superar todo tipo de obstáculos e incertidumbres. Por otra parte he aprendido a disfrutar con este nuevo tipo de dieta incruenta. En eso has de afanarte, Kaede; si llegas a disfrutar de la comida vegetariana, no pensarás en los sabores de antaño, y no recaerás más.
Un saludo