Los borrachos de mi pueblo tambien son más felices con vino, y qué cosas, también son adictos, sus tragos no los perdonan, al igual que las vacas, acuden rapidamente al bar cuando se abre. Lo que no sé es si su carne sera más tierna.
En fin, otra chorrada más para seguir explotando al mas bajo coste y llenarse los bolsillos. Abra que regar las legumbre y hortalizas con calimotxo a ver si asi el marketing vegetariano va ganado terreno.