Llevo poco tiempo, y mis padres y suegros no me han bombardeado aún sobre mi alimentación, aunque mi padre ya ha puesto cara rara un par de veces, en plan de "tú te lo pierdes, a más tocamos ".
De mi propio marido ya he escuchado una sola vez aquello de "pero pescado comerás alguna vez, no?". Afortunadamente, como tengo la suficiente confianza con él, directamente le dije "no". Y ahí se terminó todo.
Ya os contaré cuando reciba el "ataque" abuelil. Vendrán por lo de "pero esto no te afecta a la lactancia?", yo que soy mamá de lactancia prolongada (hoy mismo 28 meses de lactancia). Menos mal que saben que conmigo no pueden...