LOS HOLONES GUARDAN NUESTRA VERDADERA HISTORIA
La biosfera en su enorme variedad de manifestaciones, refleja los matices del largo viaje del ser humano desde la vida mineral hasta la mente y el Espíritu. Cada recodo de este viaje, que reviste la forma de sufrimiento, es reflejada en algún ente temporalizado de este universo.
Mas allá del tiempo y el espacio, estos campos conservan la memoria y el esfuerzo del cristal de sílice, de la ostra en su concha, de la bryonia, etc. La Materia Medica Homeopática los organiza para hacerlos operativos6.
Los síntomas homeopáticos como indicadores mórficos.
Hahnemann ha considerado sin valor el conocimiento de los mecanismos mediante los cuales la energía vital induce la creación los síntomas5. (Par 12 a.)
"Para el médico esta pregunta carece de utilidad práctica, porque la respuesta permanecerá eternamente oculta. El Señor de la Vida sólo ha hecho accesible a nuestros sentidos únicamente lo que es necesario y plenamente suficiente para capacitar al médico para curar las enfermedades."
La respuesta acerca de esto que nos ofrece la ciencia oficial, solo es parte del último eslabón de una cadena de acontecimientos que nunca podremos llegar a conocer en conjunto porque su ámbito trasciende nuestros sentidos y entendimiento. Toda intervención derivada de este conocimiento solo tiene un valor paliativo y local.
Para la Homeopatía, los síntomas pueden verse como holones que aparecen holárquicamente.
Al orientar su intervención en el mismo sentido de la enfermedad y no contra ella, la homeopatía respeta el mandato evolutivo de los holones en su orden holárquico. Concibe el organismo como niveles anidados de campos: espirituales, mentales, emocionales y físicos.
La comprensión de este proceso conducirá a desarraigar el holón para que la holarquía retorne a su orden natural.
Por otra parte, solo los síntomas llamativos, raros y peculiares, tienen valor para la escogencia del remedio5. (Par. 153.)
Existen varias "coincidencias" entre la memoria mórfica y los síntomas homeopáticos.
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Son comportamientos y hábitos biológicos visibles.
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No tienen explicación lógica ni fisiopatológica.
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Son expresión de una memoria que trasciende al sujeto.
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Son patrones repetibles y verificables, no accidentes aleatorios ni únicos.
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En ambos casos su valor se rige por la similitud.
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Trascienden el tiempo y el espacio.
El cumplimiento de estos criterios permite considerarlos verdaderos indicadores mórficos.
CONCLUSIONES
La Homeopatía ha sido la única ciencia aplicada con la coherencia suficiente para ajustarse a este nuevo escenario que revoluciona la ciencia. Basa su acción en el estudio de éstos campos y les ha da un valor operativo.
Las patogenesias arrojan luz sobre comportamientos y hábitos marcados por campos mórficos. La materia medica homeopática puede considerarse registros mórficos.
NOTA
Aunque Sheldrake no ha escrito hasta ahora nada sobre el tema, considera que los campos mórficos pueden estar relacionados con la Homeopatía. Pueden permanecer en el agua en que una sustancia ha sido diluida. Piensa que esto será aclarado y que los campos mórficos juegan un papel en ella.
BIBLIOGRAFIA
1. Sheldrake, R. Una nueva ciencia de la vida. La Hipótesis de la causación formativa. 1981.
2. Sheldrake, R. La presencia del pasado. Resonancia mórfica y hábitos de la naturaleza. 1988.
3. Sheldrake, R. Siete experimentos que pueden cambiar el mundo. Una guía para revolucionar la ciencia. 1994.
4. Sheldrake, R. Comunicación personal.
5. Hahnemann, S. El Organón de la Medicina
6. Bellerose, M. Homeopathy: cure for vertical disaster. 1998.
http://www.homeopatia.ws/La_Nueva_%2...Homeopatia.htm