No se si es la rutina actual, pero no por eso deja de ser preocupante, ya que en algunos paises los defensores de derechos animales se les considera terroristas. Aún asi hay que seguir protestando, porque comer conejo es tan cruel como comer gatitos. Tenemos que hacer que la gente lo entienda, ya que solo cuando no haya demanda terminará el negocio.