Me parece un excelente acto, muy apropiado para distraer la atención de la gente hacia actividades alejadas de la vida cotidiana y hacer que parezcan algo terrible y excepcional (cuando en realidad es algo habitual que ocurre cada día, cada hora, cada minuto, muy cerca de nosotros) y conseguir así que no reflexionen sobre los animales que son asesinados a unos pocos kilómetros de nuestras casas (en los mataderos) y su participación en ello a través de la mentalidad especista y los hábitos de consumo.
Si en lugar de este tipo de actos se hiciera educación vegana quizás la situación de los animales explotados por el hombre tendría alguna oportunidad de cambiar. Pero precisamente este tipo de actos están organizados y perpetrados para conseguir exactamente lo contrario.