Todavía digo en los bares que soy vegetariano (vegano no sabrían ni qué es), y como no me gusta lo que me ofrecen (que es nada, ya sabéis, una ensalada vulgar, arroz blanco malísimo y que llevará en la nevera ni se sabe), pues les digo a los camareros, buah, no tienes nada, no quiero comer, ponme una birra, con eso me basta. Así que he aprendido a llevarme yo mis cosas preparadas.
A la hora de discutir uno se quema con lo que se oye decir, claro, pero si antes me ofendía y declaraba la guerra dialéctica al que se enfrentara a mis ideas vegetas, hahah ahora paso bastante del tema, me irrito menos y eso les da más rabia a mis interlocutores. Tambien tengo más argumentos (debiera haber tan sólo uno en letras grandes RESPETO), con el tiempo he aprendido a hablar de nutrición y salud, ecología y medio ambiente, valores, principios y actitudes, aunque solo unos pocos tienen interés en debatir hasta el fondo de la cuestión, ya sabéis los más inteligentes y sensibles que preguntando van aprendiendo. Pienso que cuando más tranquilo te muestras más les llega el mensaje. O alguien se imagina que a un adulto treintañero como yo, o cuarentón, cincuentón etc le va a cuestionar un mocosillo o un descerebrado??? Cuando eres jovencito te meten más leña, pues hay menos conocimiento y además eres uno contra 8, por decir algo. hahah pues llevas las de perder, lógico. Pero se aprende a dialogar con buenos argumentos y ya está.
Ahora que creo que lo más duro es hacer amig@s vegan. Si ya es difícil conectar con quien sea en general pues cada uno va a su bola, pues en este caso más difícil. Afortunadamente conozco bastantes vegetas y vegan desperdigados por mi ciudad, pero nunca somos muchos.