NUEVA YORK (Reuters Health) - Los beneficios para la salud de los cereales integrales irían más allá del corazón, indicó un nuevo estudio que relaciona ese tipo de alimentos con un menor riesgo de enfermedades inflamatorias, como artritis o asma.

Investigadores hallaron que entre casi 42.000 mujeres posmenopáusicas, quienes comieron la mayor cantidad de cereales integrales eran un tercio menos propensas a morir por un trastorno inflamatorio durante los 15 años que duró el estudio.

Las enfermedades inflamatorias incluyen a toda condición que provoca inflamación crónica de un tejido corporal.

Esa inflamación favorecería la aparición de una gran cantidad de trastornos, como la enfermedad cardíaca, la diabetes, los trastornos músculo-esqueléticos (como la artritis reumatoidea), las enfermedades respiratorias (como el asma) y las enfermedades digestivas (como la colitis).

Varios estudios relacionaron los cereales integrales ricos en fibra con un menor riesgo de enfermedad cardíaca y diabetes. Los nuevos resultados sugieren ahora que también protegerían de otras enfermedades inflamatorias, afirmaron los autores en American Journal of Clinical Nutrition.

"Los efectos sobre la salud observados superan a la enfermedad cardiovascular y la diabetes", dijo a Reuters Health el autor del estudio, el doctor David R. Jacobs hijo, de la University of Minnesota, en Minneapolis.

La protección, opinó el equipo dirigido por Jacobs, derivaría de sustancias antioxidantes de los cereales integrales, que protegen a las células de los efectos dañinos de la inflamación crónica.

Los investigadores utilizaron datos del Estudio de Salud de las Mujeres de Iowa, que analizó la salud de 41.836 mujeres de 55 a 69 años entre 1986 y el 2001.

Entre las evaluaciones del estilo de vida efectuadas al inicio del estudio, las mujeres respondieron cuestionarios detallados sobre la alimentación, incluida la frecuencia del consumo de cereales integrales como la avena, el arroz marrón, los cereales del desayuno, el salvado, el burgul y las rosetas.

Entre las participantes que comieron 11 o más porciones de cereales integrales por semana, las posibilidades de morir por un enfermedad inflamatoria durante el período de seguimiento fue un tercio menor que en las mujeres que rara vez los ingerían.

Quienes comieron por lo menos cuatro porciones semanales de cereales integrales también tuvieron una reducción del riesgo inflamatorio.

Los cereales integrales se diferencian de los refinados, como el pan blanco y los "snacks" de harina blanca, porque retienen más componentes densos de fibra y nutrientes del grano original.

En un estudio previo sobre la capacidad antioxidante de más de 1.000 alimentos, el equipo halló que varios productos de cereales integrales encabezaban la lista.

"Creo que la sociedad haría bien si incorpora más alimentos con cereales integrales de cualquier tipo en su alimentación", finalizó Jacobs.

FUENTE: American Journal of Clinical Nutrition, junio del 2007

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/s...ory_51091.html