Informe Sobre Los Circos Con Animales

[margaly]

INFORME SOBRE LOS CIRCOS CON ANIMALES por Miriam Pérez Mendoza.



Después de visitar el “gran circo mundial”, situado en Guajara, La Laguna, Tenerife, después de ver a los animales dentro de las instalaciones y presenciar atónitos el macabro espectáculo, el grupo de trabajo para la protesta contra los circos CON animales informa lo siguiente:

Dentro de las instalaciones vimos a un grupo de elefantes encadenados, sin poder moverse, con marcas de heridas en las patas, con la piel muy castigada y pisando sus excrementos. Vimos un asno atado en un recinto sucio y reducido. Un grupo de tigres de bengala, enjaulados en un mínimo espacio y, para rematar la desolación, pudimos observar al llamado “tigretón”, que es un tigre albino. Estaba encerrado en una jaula minúscula, con graves síntomas de trastorno psicológico y depresión.

En general observamos en los animales conducta neurótica con movimientos repetitivos, consistentes en vueltas con idéntica frecuencia, agitación perceptible, estado de ansiedad, tristeza, frustración, añadiendo a todo esto un mal estado físico evidente.

Durante la función, los caballos actuaron obligados con látigos, haciendo bailes y movimientos antinaturales para ellos, obedeciendo, siempre pacientes, las órdenes de su domadora que no les dejaba perder el paso. Había momentos en los que parecía que se les iban a partir las patas.

Hubo una actuación de un asno y dos perros adiestrados, a los que se les dio un refuerzo positivo a posta, fingiendo deliberadamente que esa es la forma en que los motivan. Los que convivimos con perros, conocemos su lealtad a sus dueños, tan arraigada que llegan a soportar duros castigos, mostrando siempre su fidelidad y cariño, sin reproches.

También cuenta este circo entre sus números con el especial “que lindo gatito”, con ocho tigres de bengala. Mostraban claros síntomas de miedo ante el látigo de su domador y parecían drogados. Es imposible entrar en una jaula, acompañado de ocho tigres de bengala y hacer que parezcan gatitos asustados, sin que haya por medio un adiestramiento con duros castigos. Todos ellos son ejemplares que podrían abalanzarse contra su domador y hacerlo pedazos en pocos minutos, sin embargo, obedecían presas del terror. Uno de ellos se desvió un poco de su camino al irse y, rápidamente, el hombre lo encauzó a latigazos.

Para finalizar contemplamos horrorizados el número estrella en el que actúan el grupo de elefantes que habíamos visto encadenados y aparcados como mercancía en las instalaciones. Para disimular las heridas de las patas les pusieron unos preciosos adornos dorados como pulseras y también unos adornos en la cabeza que disimulan el mal estado de su piel. Los domadores los controlaban con látigos y una especie de picas y ganchos puntiagudos. Les tiraban de la trompa y de las patas, les golpeaban en todo el cuerpo para obligarles a hacer movimientos sin sentido para ellos, tales como sentarse en una silla o bailar. La domadora además llevaba puestos unos tremendos tacones que se les clavaban en el lomo cuando se subía en ellos. Estos bellos ejemplares se muestran completamente dóciles ante los golpes y el dolor, dato que resulta curioso, si tenemos en cuenta que pesan toneladas y que, si quisieran, destrozarían el cuerpo de sus domadores fácilmente. Es un número impactante por su dureza visual. Basta con querer ver para darse cuenta de que esos bellos y poderosos animales, son sólo pobres esclavos maltratados del circo.

Un dato que nos llamó la atención fue que el tigre albino no actuó. Por su comportamiento en la jaula creemos que sufre un grave trastorno psicológico y por eso lo mantienen solo para que los visitantes lo contemplen.

En definitiva, la asistencia en vivo al espectáculo del circo nos hace reafirmarnos en nuestra convicción de que los circos CON animales deben desaparecer.

La verdadera magia del circo son las actuaciones de los artistas, como los malabares, bailarines, actores, payasos, magos, contorsionistas, etc. que participan en la función aportando su destreza y su arte. Para que el circo y sus artistas brillen no es necesario que contemplemos el penoso espectáculo viendo como se comportan, de forma antinatural, unos animales aterrorizados por el maltrato.

Nuestra posición es clara al respecto, no estamos en contra del circo, ni de sus artistas, ni de sus trabajadores que, voluntariamente, han elegido esa profesión y dedicación. Estamos en contra del uso y de la esclavitud de los animales en el circo. Ellos no eligen estar ahí. Se les captura cruelmente en su hábitat natural, separándolos de sus seres queridos y obligándolos a participar en el mundo del espectáculo para que unos pocos humanos ganen mucho dinero y otros muchos se diviertan.

Por poner ejemplos concretos, podemos explicar que a los animales se les limita el suministro de agua, el circo deambula por muchas ciudades y no siempre disponen de agua limpia. Los animales son obligados a comer, beber y defecar en el mismo espacio que es muy pequeño. Su salud en estas condiciones se ve gravemente afectada, sin contar con atención veterinaria.

Los animales son encadenados sin poder moverse, lo que les provoca graves enfermedades degenerativas. El roce de las cadenas, el contacto con la orina y los excrementos además de la imposibilidad de moverse o limpiarse les produce graves heridas, difíciles de curar por la falta de higiene y tratamientos.

Los collares los asfixian, el peso de las cadenas les hace heridas, muchos tienen roto el hocico por los entrenamientos y les arrancan los dientes para que no muerdan o las uñas para que no arañen. Los obligan a caminar sobre láminas calientes para enseñarlos a sostenerse en sus patas traseras.

Las horas de confinamiento en las jaulas les hace sufrir graves trastornos de comportamiento y depresiones profundas. Muchos animales padecen de úlceras gástricas debido al estrés que les provoca una forma de vida antinatural para ellos. Hay primates que mueren en su jaula porque dejan de comer y beber por la tristeza. Animales como los elefantes que tienen una esperanza de vida de 70 años en libertad, en los circos, con suerte, viven sólo 15 años.

La separación de sus congéneres, unida a la violencia con que se les trata, hace que muestren conductas neuróticas. Ejemplo de ello son los movimientos repetitivos, vueltas constantes, mordisqueo nervioso y golpes contra los barrotes de la jaula. Muchos llegan incluso a automutilarse por la ansiedad que les genera el encierro.

Son sometidos a temperaturas diferentes a las que tendrían que soportar en su hábitat natural y se les transporta en camiones jaulas, durante largos desplazamientos, en los que están condenados a vivir el resto de su penosa existencia. No salen de sus jaulas más que para los entrenamientos y durantes las actuaciones.

El adiestramiento supone constantes agresiones, tanto físicas como psicológicas. Para enseñarlos y obligarlos a adoptar comportamientos artificiales se utiliza la violencia, de otro modo no obedecerían. Los tigres, por ejemplo, temen por naturaleza al fuego, ¿entonces cómo es que saltan por medio de aros incendiados?, pues porque tienen más miedo a lo que les sucede si no lo hacen, es decir, duros golpes y castigos. Por eso vemos a caballos bailando, osos en bicicleta, tigres como gatitos asustados, etc…Si no hacen caso aún así, también se les deja sin comer para que asocien la idea, si no obedecen sufren palizas y hambre. Para disimular, cuando hacen el número de forma correcta, les ofrecen un premio ante el público para que parezca que trabajan por refuerzo positivo, nada más lejos de la realidad.

Para terminar con la historia, cuando ya no sirven y no dan dinero, los venden a granjas de juego para que los usen como tiro al blanco, se los comen como carne exótica o acaban en un laboratorio de experimentación, sufriendo así, como colofón a su miserable existencia, el peor y más doloroso final para sus vidas.

Existe, por desgracia un claro apoyo de muchas empresas al mantenimiento de los circos CON animales, pero lo más absurdo es que sean organismos públicos, muchos incluso relacionados con la enseñanza y educación, como colegios y universidades, sustentados con dinero del pueblo, los que fomenten y subvencionen estos espectáculos. Por medio de esta protesta, criticamos tanto a las empresas privadas como a las administraciones públicas que fomenten la existencia de los circos CON animales, además de exigir que, lejos de apoyarlos, los condenen y los sancionen.

No podemos mirar para otro lado, fingir que no sabemos nada de todo esto y seguir con la idea caduca de que la magia del circo consiste en el uso, maltrato y esclavitud de los animales.

Si después de saber lo que sabes, al leer este informe, no dejas de asistir al macabro espectáculo de dolor y tortura que se esconde detrás de los circos CON animales, no eres un ser humano compasivo, no eres progresista, no eres pacifista, no eres ecologista, no eres respetuoso con la vida, no eres, en definitiva, un ser sensible. Rompe este círculo vicioso, manifiesta tu tajante negativa a los circos CON animales.

Miriam Pérez Mendoza.

Delegada de Proyecto Gran Simio en Tenerife.

Responsable de bienestar animal de Los Verdes de Canarias.

http://www.fuerteventuradigital.com/.../18/185328.asp

[sujal]

Y yo que pensaba que los circos guardaban una entrañable nostalgia infantil y que sus miembros eran unas personas estupendas que vivían felices entreteniendo y haciendo reir a la gente.

La imagen que nos han metido en el coco! Ahra veo con claridad que el simple y obligado maltrato animal como medida de "domesticación", por ser en sí mismo algo deplorable, también salpica a la integridad de sus ejecutores. El circo es un continuo castigo para los animales y un pudridero de la mente humana escondidos tras toda aquella parafernalia de luces, colores y curiosos espectáculos. Ya no hay nada curioso, simpático ni bonito cuando sale a la palestra lo que queda debajo de la superficie. Un agujero de lo más negro y repugnante.

[*Dana*]

Sin duda, muy triste.