Muy interesante como artículo dirigido a la mayoría de homo parasitus de este planeta, pero luego viene el problema de establecer la línea que separa la necesidad del capricho, que puede ser una línea muy subjetiva. Y luego, asumiendo que las alternativas convierten lo que era una necesidad, en un capricho, indagar si esas alternativas no esconden otros procedimientos indirectos que atenten contra la integridad de aquello que se quiere defender.
Ahí estamos los pocos homo parasitus que intentamos acercarnos más simbióticamente con lo y los que nos rodean. El homo simbioticus naciente.