Muy bueno, como siempre. Esta pobre elefanta ha sido condenada a cadena perpetua sin visitas por el maldito zoo de Barcelona, por sus narices, porque les da la gana. Cuánta gente sin conciencia hay en este mundo y cuánto sufrimiento causan... Espero que les pese mucho algún día.
Gracias de nuevo, Nulyeta.