Bueno, yo he votado la opción "me vuelve loc@ y en el metro me miran raro" aunque eso último no es cierto que una sabe guardar la compostura,jeje,pero a veces sí que voy bastante flipada por la calle con alguna canción que me motiva mucho en ese momento.
Tambien tengo el iPod quemado de tanto uso y con la memoria petada de tantas canciones, no salgo a la calle sin él, si se me olvida (rara vez) o se me acaba la batería a medio camino me siento fatal y me pongo de muy mal humor.
Lo que más me gusta es que puedo estar en un lugar desagradable, esperando la última en una cola interminable, o hecha un sandwich en el metro en hora punta, que yo me siento como en otro plano o como si hubiese una burbuja alrededor de mi... bueno, eso también me pasa cuando estoy enfrascada en la lectura,puede haber una pelea de navajeros a mi lado que ni me entero!
Y sí, también me provocan esas sensaciones que ha descrito Alma_Animal, escalofríos, ganas de llorar, euforia... Eso cuando escuchas justo lo que tu sensibilidad necesita en ese momento, que no siempre doy con ello. Pero también me afecta negativamente, hay música que me da mal rollo y no la puedo soportar hasta el punto de provocarme reacciones físicas desagradables (y esto también me pasa con los libros, soy muy psicosomática). En mi último trabajo tenían puesto un hilo musical que pasaba todos los días las mismas canciones y de verdad que me amargaba más que mi sueldo, mis jefes y mis compañeros trepas todo junto.