fui encontrando más información:
http://www.mancia.org/foro/mascotas/...imentales.html
La bioética en el tapete.
El Sanatorio brinda su argumentación en relación a la cirugía experimental con perros
El tema de la experimentación médica en el Sanatorio Adventista del Plata (SAP) con perros ha sido durante años un mito, una leyenda en esta comunidad, que ha adquirido dimensiones casi grotescas en el imaginario popular. ¿Qué se hace y por qué, con estos animales? En esta nota, la opinión oficial del SAP y de médicos residentes.
Esta problemática no se compara con los relatos del “viejo de la bolsa”, que decían que vivía en el apeadero, o del bobero, que se llevaban a los niños que se portaban mal. La bioética o la ética aplicada es una temática muy compleja, relativista y que tiene diversos vértices de abordaje. Inclusive generó divisiones en la opinión de la plana mayor de ZOOM. En un intento por abordar este tema, consultamos con el director del SAP, el Dr. H. Cecotto, quien nos remitió al Dr. Enrique Stoletny, jefe del Área de Cirugía del SAP y encargado del Área de Cirugía Experimental de médicos residentes.
-¿Es cierto que toman perros de la calle para experimentos médicos?
-Hace rato que no se sale a cazar perros. Hace 20 años que tenemos nuestra propia producción de perros cautivos. Es una especie especial que criamos y operamos; salen de 10 a 12 perros por camada. Algunos vecinos inclusive nos traen perros que ya no quieren más y los dejan aquí. Se utilizan para cirugías de entrenamiento de médicos residentes, es una de las mejores formas de aprender a hacer cirugías. Si la gente está preocupada por esto, no hay ningún problema de suspenderlo, pero que traigan personas voluntarias para que los residentes practiquen. Digo esto para hacer razonar a la gente-, nadie quiere que un residente lo opere, y ellos necesitan practicar en algún lugar, con tejido vivo.
-¿Están amparados en alguna ley acerca de la experimentación con animales?
-Está todo reglado. No se puede hacer sufrir al animal, y se practican cirugías lógicas, no es abrir por abrir, se hacen aquellas que se necesitan para que luego puedan ser repetidas en el ser humano.
-¿Cómo reaccionan los médicos residentes?
-No tienen alternativa. O practican en el ser humano, o en el animal. Para hacerlo por primera vez en un humano, prefiero que lo hagan en un animal. Cirugía no sólo es una formación teórica, sino práctica. Tenemos entrenadores virtuales bajo supervisión, videos para paroscopía, pero no es lo mismo que hacerlo sobre tejido vivo, que sangra, se mueve. Aplicar punto es una obra de arte, si no se aprende en tejido vivo, no se lo hace nunca.
-¿En qué condiciones está ese lugar de experimentación, cómo están los perros?
-Están mejor que algunos perros que andan dando vueltas por ahí. Tienen sus jaulas, amplias, se los baña todos los días, pero no los soltamos. Tienen alimentación de lujo, y medicación si necesitan, inclusive uno de nuestros cirujanos es veterinario. Nuestros quirófanos experimentales son mejores que los del Hospital de Diamante.
-¿No le parece que hay un dilema ético, una institución cristiana que practica con perros? Me parece que el tema es por lo menos para discutir. ¿Usted qué opina?
-¿No es menos cristiano practicar con seres humanos? El asunto es que los pacientes no quieren que los operen médicos residentes, quieren cirujanos ya formados. ¿Cómo hacemos para formar cirujanos que puedan operar en personas que quieren profesionales con experiencia? Nosotros tenemos que sacar después de cuatro años, cirujanos bien formados que puedan ingresar al mercado. Somos una institución privada, los pacientes aquí dicen: - que no me toque un residente - , y aquellos que tienen problemas de conciencia porque operamos perros no se ofrecen para prácticas, no quieren que un residente los toque a ellos tampoco. Ese espacio entre la formación teórica y práctica de un residente tiene un costo, de alguna forma hay que conseguir esa experiencia. Algunos proponen mandarlos al Hospital de Diamante, que aprendan allí para que después me opere a mí. ¿Dónde está el problema del cristianismo? El problema es otro: -a mí me da lástima el perrito, pero no el chancho- (por un posible convenio con la provincia para practicar con cerdos). Tenemos un animal en el medio, ¿cómo lo tratamos? Aquí los atendemos con las mismas condiciones que a una persona, sólo que si fallamos en el animal no tenemos la carga de conciencia de que erramos en un ser humano. Con esos errores se va aprendiendo. Si aplico esta filosofía en un paciente, ¿qué explicación le doy? –se cometió un error, pobrecito, está aprendiendo el muchacho- me parece que es muy grosero. Algunos tolerarían que un residente le realice un punto, pero no que le saque la vesícula. Allí es donde nace la problemática, los chicos tienen que formarse, crecer.
-¿Existe alguna forma alternativa de formación del médico residente?
-Ir a un hospital público y que hagan lo que sea, ¿no es más problemático hacer errores en un humano que sobre un animal? Quien quiera y esté dispuesto a que un residente lo opere, que firme una autorización, yo lo superviso. Pero la mayoría no quiere que lo toque un residente. –Pero no son estudiantes, son médicos, les decimos-, -no, pero son muy jovencitos- , responden. Entre el cirujano formado y el que está en formación hay una zona gris, el asunto es quién paga las consecuencias. Por eso no tengo ninguna duda de que lo que hacemos sobre un animal redunda en beneficio de la gente y de la formación del producto que queremos sacar que es el médico residente.