Es que te puedes encontrar de todo. Yo no vivo en Madrid capital precisamente porque buscaba tranquilidad... y la tengo. Pero claro! eso no quita que de vez en cuando se les vaya la olla a mis vecinos y se tiren eructos cuando pasan por delante de mi puerta (será su saludo... un día de estos les saludaré yo y ya verás tú, jijijiji). O pongan una canción a tó trapo, o se oigan las risotadas... etc
Y luego en verano podría decir que es imposible encontrar algo de tranquilidad a no ser que te vayas a una cabaña en mitad del monte a modo Thoreau. Todo el mundo tenemos las ventanas abiertas y precisamente porque hay mucha tranquilidad en el pueblo, te enteras de la conversación de la vecina, el aspirador de la vecina de arriba o al vecino de enfrente lavando el coche en mitad de la calle.
Te comprendo porque es casi imposible concentrarse con ruidos. En los pisos que he tenido más problema con los vecinos, al final me iba a estudiar a la biblioteca o incluso me ponía tapones.