"En recuerdo de Jose El Panadero - Memorias de un barrio cualquiera (1)"

[Tito Chinchan]

Buenas,

hace mucho tiempo que cayó el último local auténticamente de barrio que había en mi zona. La panadería de Jose, el panadero. Nada que ver con Chema el panadero de Espinete, del que se decía que lo blanco del mandil no era precisamente harina (que por cierto se ha muerto hace poco). Había rumores que hacía tiempo había muerto ensartado en Espinete, que como sabréis era su mujer, con los pantalones a media pierna. Pero era mentira. Qué mala es la gente.

Volviendo al tema, mi querido Jose fue el primero que abrió una panadería en el barrio, que poco a poco la fue convirtiendo en ese término arcaico llamado ultramarinos. Era lo más cercano a un chino que te podías echar a la cara, dado que desconocía la existencia de días festivos (un día de Navidad abría a ver si caían unas peseticas), y vendería a su madre si pagases algo por ella. Como ejemplo, si tu ibas a última hora y pedías pan, te vendía el de su familia. Que imagino a los hijos esperando a que llegase su padre, y el rostro de desilusión a ver que ese día tampoco cenarían pan. Si se podía llamar pan, claro.

También me enseñó que el pan es algo eterno. ¿Qué es eso de que el pan se pone duro? Nada, nada, se congela un día y al día siguiente se pone al horno y se vende como pan del día. Así hasta el infinito y más allá, como Buzz Light Year!!!

Maestro del reciclaje, no sólo por que tenías que llevar el botellín vacío para que te vendiera uno nuevo, si no por su magistral uso de las bolsas de plástico. Para empezar, las que tenían asas (os lo juro, hay bolsas sin asas) era para el día que tu padre compraba jamón del bueno. Nunca ningún niño cató aquella maravilla plástica. Lo más, le hacía un agujero con el dedo para simular un asa e ibas que te matabas. Y en una bolsa pequeña, sin asas, era capaz de meter una litrona, un cartón de leche, cuarto y mitad de chopped, la barra de su familia, unas magdalenas y dejaba hueco para indicar que puedes comprar más. Riete tú del Carrefour y su política del ahorro de bolsas, el Jose de asesor de mediambiente, y las bolsas se pagarían a precio de oro. Ni una más por la calles, mecidas por el viento.

Y no sólo eso, este hombre era un ninja del ahorro en todos los sentidos. Para empezar, la última vez que le ví, seguía con el mismo batín que la primera vez que le ví. Uno azul de botones gordos. Siempre el mismo. Limpio, pero el mismo. Tenía los botones el hombre que podía haber matado a alguien de haber explotado. Ver a un señor con un batín en esas condiciones, dice mucho de él, desde luego.

Maestro del corte, aprovechaba que venía un cándido niño con una lista de la compra escrita por su progenitora, para endiñarte una retaila de culos de chopped, jamón lleno de grasa, y pan congelado. Si el más mínimo rubor en la cara. Ya por eso te decía tu madre "dile que no te ponga los culos". Que bien lo podría haber escrito ella directamente en el papel que entregabas, como los secuestros en los bancos "Cuarto y mitad de chopped, y nada de culos, o aparecerá una bonita esquela con su nombre mañana". Alguno dirá que vaya malaje venderte los culos, pero hay que entenderlo como una medida de ahorro, donde nada se tira. Eso si, cobrado el plástico (y la hebilla metálica) a precio normal, nada de descuento.

Lo que recuerdo con menos cariño era el tema de la bollería. Tenía una vitrina con la típica bollería de la época, donuts con y sin chocolate, pepitos fritos bien grasientos, cuernos de chocolate, palmeras con el borde en vilo, etc. Incluso "suizos" de los cuales nunca comprenderé quien se los come ni por qué tienen ese nombre. Mi idea de los habitantes de dicho país es que hasta con azúcar, son sosos. Un pepito de esos si que me comía ahora, si. Total, que me desvío. Tu ibas con los dineros a por una pieza de bollería, habitualmente en festivo, y alma cándida, pedías un cuerno de chocolate. Para el que no sepa que es, diremos que es una pieza de bollería, rellena de chocolate, y recubierta de una fina capa de chocolate (incluso con azucar glaseado). Así dicho, que rico. Total, que decías "Jose, un cuerno" y no percibías como saltaba el resorte de hijoputismo en su mente y te daba algo con lo que descubrías:

1.- Que no era del día.
2.- Que estaba duro cuan piedro.
3.- Que el relleno estaba agrio.
4.- Que el mundo no es lugar para remilgos.

así que te lo comías maldiciendo a toda su estirpe, mientras él entraba al su despacho, a acariciar un gato y reir haciendo "Muahahahaha". Esto último quizá es del inspector Gadget, no puedo asegurarlo.

Y eso si pedías un cuerno, que los donuts podían partir un balsosin.

Ahora se ha perdido ese aroma. Siempre le recordaré a él, y a su familia. Y ese cartel que tuvo tooooooooooooooooooooda la vida que ponía "Tenemos pastel ruso". Nunca supe qué manjar era ese, ni nunca vi a nadie que lo comprase.



En memoria de Jose el panadero, incomprendido ecologista de pro, que no se ha muerto, pero que me he acordado de él esta fria mañana.

Besitos.

P.D: ¿A quien no le ha pasado algo de esto que cuento?

[Crisha]

en mi barrio, teníamos también un ultramarinos, aunque lo llamábamos "mantequería" (y el dueño era Ángel , el mantecas) que podría ser perfectamente, la que describes. Eso sí, el jamón de york que tenía el tío era el mejor del barrio...

las bolsas con asas eran una especie de reliquia metida en una urna. Claro que la mayoríad e las abuelas de mi barrio iban con la bolsa de redecilla doblada en una mano y el monedero negro de los del cierre arriba, en la otra... pero si le pedías que te diera una bolsa de plástico poco menos que te tachaba de manirrota consentida...
por cierto, que el tío vendía la leche aquélla de CLESA, en bolsas de medio litro, que tenías que hervir luego en casa.

Era tan "suyo" que recortaba los cupones del Avecrem, los de los premios y te rebajaba el premio en el precio: 2 pesetas. Eso sí, mi madre tuvo una agarrada una vez con él por esto, porque además de ser ilegal, es que Avecrem tenía premios mayores, de una cesta de la compra entera, que no sabrías nunca si te había tocado a ti... No te levantaba las tapas de los yogures chambourcy para chupar lo que qeudaba pegadillo de milagro

Bollería no tenía mucha, pero era para no ahcerle demasiada competencia a Santiago el panadero, que estaba en el local de al lado y que también era una joya en sí mismo... pero eso da para otro post . en cambio tenía unas bolsas preparadas por él, de sugus. Por la dureza de los mismos siempre sospechamos que había llegado a un acuerdo con el dentista del barrio...

por cierto, que el cartel que siempre tenía, escrito a mano, por supuesto, era: HAY NATA MONTADA.

Me hizo ilusión ver hace poco que es de las pocas tiendas de mi barrio que sigue abierta. El negocio lo lleva uno de los hijos y debe ser tan ahorrador como el apdre, porque no ha cambiado ni el toldo, que debe rondar los 45 años (el toldo, no el hijo )

Gracias por el hilo, Tito.
por cierto, estás algo trasnochado... Chema el panadero de Barrio Sésamo se murió hace ya dos años

[Senyor_X]

En mi pueblo habia una cerveceria de estas no ya de toda la vida sinó de antes. Creo que en los orígenes de los orígenes ya existia, la bola que estalló, la cerveceria "Ca la Rosó" y la susodicha Rosó, de tamaño comparable a la bola.

Se desconoce si el local cumplia alguna medida sanitaria o era algo parecido al organismo del señor Burns, donde de tantas patologias que hay, no pueden entrar todas a la vez. De hecho se desconoce si realmente era un local o era parte de la cámara aislante entre los dos edificios a la cual habian puesto un techo bajo y una puerta. Si abrias los brazos podias tocar ambas paredes, en este espacio habia una barra con taburetes y la señora y toda su inmensidad moviendose con insolita agilidad atendiendo al personal.

Al fondo del local, donde se acumulaba más de todo, es donde la señora tenia las cajas de chucherias, aquellas gominolas valian como munición de tirachinas y las regalices teoricamente blandas las usabamos para emular a Luke Skywalker y Darth Vader en sus combates con sable laser.

La rutina de la tarde solia ser, agarrar aire, entrar allí, deslizarse como se podia en el espacio de un palmo que quedaba entre las espaldas sudorosas de la parroquia y la pared lateral, aguantando la respiración, a pesar que se habia confirmado la presencia de trazas de oxígeno, invertir el presupuesto en las supuestas gominolas, que, por supuesto, la mujer cogía con las manos y depositaba sobre la barra tal cual. Una vez realizada la transa, la señora daba una bolsa y tu mismo ya te apañabas para arrancar las chucherias de la superficie de la barra y meterlas en la bolsa.

Luego ya solo era cuestión de poner a prueba los dientes intentando masticar el botín.

El cartel escrito a mano en un folio ya amarillento era "Hay cerveza de barril", y en verano "tenemos horchata de chufa". Hace unos años apareció otro cartel que rezaba "cerrado por defunción", la parroquia se tuvo que buscar otro antro y el susodicho local fue convertido en una peluqueria (la 3 en escasos 100 metros de la misma calle).

Que entrañables resultan este tipo de establecimientos que se acabaran inevitablemente perdiendo, al menos en su esencia, debido a tanta normativa sanitaria... con lo bien que debian ir para estimular el sistema inmunitario!

Co

[Mowgli]

Os olvidáis de las entrañables cucarachas paseándose por las esquinas como Perico por su casa!
Seguro que los dueños de estas tiendas, son o llegarán a ser los más ricos del cementerio.

Tito, los suizos me los comía yo!!

[matrix]

Tito, los suizos me los comía yo!!

Qué son suizos?











es esto? está relleno?

[Tito Chinchan]

Buenas Matrix,

efectivamente, es eso que has puesto de triste aspecto. Y efectivamente, está relleno de nada, con lo que es el bollo más anodino jamás creado. Aunque Mowgli, en un ataque de enagenación se los comiera.

Las historias de los barrios son siempre muy interesantes y traen recuerdos maravillosos. Contad más, malditos, contad más!!!

Besitos.

[Mowgli]

jajajaja, qué pinta la barrita de chocolate que has puesto
Toma, te mando un bollo suizo vegano para el desayuno,este tiene mejor pinta:

[matrix]

Pero son blanditos o acostumbran a estar un poco resecos?...no sé... a mi no me convencen mucho...

[Tito Chinchan]

Pero son blanditos o acostumbran a estar un poco resecos?...no sé... a mi no me convencen mucho...

A ver, el señor "Suizo" los pensaría para que estuvieran blanditos, pero la cruda realidad de nuestra infancia es que "eran para mojar". Es más, a un suizo le detuvieron por que se "bebió" el café de 18 personas antes de dar signos de rehidratación

Besitos.

[margaly]

Tito, los suizos me los comía yo!!

y yo!!!

A ver, el señor "Suizo" los pensaría para que estuvieran blanditos, pero la cruda realidad de nuestra infancia es que "eran para mojar". Es más, a un suizo le detuvieron por que se "bebió" el café de 18 personas antes de dar signos de rehidratación

Besitos.

juaaaaaassss