En nuestra opinión, no tiene la menor importancia si a la criatura inocente se la va a matar para comida, medicina, ropa, deportes, u otros artículos de lujos como marfil, cuero, carteras de piel de cocodrilo, o perfumes exóticos. La muerte prematura en la flor de la vida, o la agonía prolongada en una trampa de acero, tiene que ser lo mismo de aterrador para el ratoncito campesino, la comadreja y el conejo, que para el tigre cazado, o ballena o el venado. Lo que en principio parece como una muerte súbita para una criatura puede significar una hambrienta agonía para sus crías. A veces es la cría, o más bien su piel, lo que codicia el ser humano. Los sentimientos de la foca cuando se lamenta sobre los restos de su hijo golpeado y despellejado, tienen que ser lo mismo que la agonía de la vaca doméstica cuando se le roba su ternero recién nacido. Cualquier persona que viva cerca de una granja o matadero habrá podido escuchar los lastimosos berridos de la madre y su ternero.
Es verdad que la mayoría de las personas que adoptan la dieta lacto-vegetariana, aumentan su consumo de productos lácteos y huevos, lo que significa que la reducción del sufrimiento de los animales existe más en la ilusión que en la realidad. Es sorprendente comprobar cuantos vegetarianos no se dan cuenta del hecho que el cuajo que se usa para coagular los quesos se obtiene del vientre de un ternero joven asesinado. Tales quesos no son de ninguna manera ni lacto-vegetarianos, y sentimos que estas incoherencias deben ser más conocidas y difundidas.
Si comparamos grados de crueldad, es cierto que entre todos los animales “para comida” la vaca sufre aún más que el ternero. Ese animal dócil, con los ojos tiernos, pasa su vida entera como una máquina de leche. Le inyectan drogas, le hinchan con hormonas, le invaden con antibióticos, y al final, cuando ya no tiene valor de lucro, sufre los horrores del matadero.
Empezar el veganismo requiere un poco de paciencia, algún conocimiento de nutrición (que se aprende fácilmente y que vale la pena investigar), y tal vez un poco de ayuda de otros veganos que han aprendidos de la disponibilidad de comidas veganas en la área local, ropa humanitaria y productos de vivienda. Llame a la Sociedad para asistencia y consejo si encuentra un problema que todavía no se ha tratado en alguna edición de la revista.
Todas las comidas precocinadas como galletitas, bizcochos, tortas, postres, sopas enlatadas etc., son todas sospechosos. Es muy posible que contengan por lo menos uno de los siguientes ingredientes: mantequilla, leche (fresca o en polvo), miel, queso, grasas de animales (incluyendo aceite de ballena o foca ¡que los productores no siempre incluye en la descripción de ingredientes!) o huevos. [Ingredientes adicionales como derivados lácteos o derivados grasos —normalmente de animales— incluyen suero, lactatos variados, estearatos variados u otros derivados grasos etc.]
Aparte de eso, dichas comidas son nutritivamente inferiores a las comidas sencillas y frescas (frutas, verduras, nueces, semillas, granos) en parte porque han sido cocinadas o procesadas y también porque es probable que contengan algunos de los 800 reconocidos (pero no recomendados) aditivos como colorantes químicos, suavizadores, conservantes, sabores sintéticos, cloros etc., etc., etc. Una guía efectiva para el principiante es lo siguiente: “si no lo puedes comer crudo, no lo comas.” Hay muchos motivos obvios por los que quizás no sería aconsejable cambiar de la noche a la mañana de una dieta “ortodoxa” a una dieta totalmente hecha de comida cruda, pero comer una parte justa de ella es obligado para la buena salud general, porque todos los métodos de cocinar destruyen al menos una parte de los nutrientes de la comida.
Una porción ocasional de sopa hecha a mano, vegetales cocinadas, pan integral o patatas horneadas con sus pieles agregan variedad y interés a las ensaladas esenciales, frutas frescas, nueces y granos que son la base de una buena dieta vegana. Los granos pueden brotar fácilmente y con resultados excelentes.
Entretener a huéspedes no veganos puede parecer difícil al principio, pero se puede solucionar. Buscar ingredientes y experimentar con recetas probará que las frituras, nueces asadas, bizcochos, galletas y tortas de gran variedad se pueden producir con ingredientes puramente vegetales para amigos que están acostumbrados a estos tipos de comidas. Es otro desafío para nosotros, y nos da una buena oportunidad de mostrar la comida atractiva, sabrosa y variada que se puede hacer sin ningún producto animal.
El recibir hospitalidad demanda un poco de delicadeza y mucha determinación. También es necesario explicar anteriormente, lo más simple posible, las exigencias de nuestra alimentación, si queremos evitar hacer sentir mal a la dueña o dueño de la casa por rechazar las “delicatessen" que nos ofrecerá. Todo el mundo puede proveer frutas y frutos secos sin dificultad y con preparación mínima, por lo que no hay que sentirnos como personas molestas. Sin embargo, es probable que en la primera instancia la dueña o dueño de la casa crea que “no estás recibiendo suficiente comida.” Si con diplomacia se le asegura de lo contrario, se puede incrementar su educación. Nosotros consideramos que es mejor contestar a todas las preguntas brevemente y dejarlo así. Eso estimula la curiosidad de la persona y provoca que continúen haciendo preguntas, y nos permite sembrar la semilla sin que nuestros oyentes puedan sentir que se les está dando un sermón.
Es importante decir que el veganismo no solo trata de la alimentación; los veganos deploran la matanza o explotación de cualquier criatura por el motivo que sea:
COMIDA — carne, pescado, carne de aves de corral, huevos, leche, mantequilla, queso, crema, manteca, miel, y todas las comidas precocinadas que contengan cualquiera de ellos;
ROPA — lana, cuero, seda, piel de reptiles, etc.;
ADORNOS — pelo, pluma, perlas, marfil etc.;
ARTÍCULOS DE HIGIENE — jabones, cosméticos y cremas que contienen grasas y aceites de animales, lanolina (grasa de lana) e ingredientes de perfumes obtenidos de animales bajo condiciones groseramente crueles.
PRODUCTOS DEL HOGAR — alfombras y alfombrillas de pelo o lana, mantas de lana, almohadas de pluma, cepillos y escobas de pelo; aceites, grasas lubricantes, ceras de lustrar, etc., que tienen derivados de animales;
DEPORTES — cacerías, carreras, concursos de tiros de animales, pescar, etc.;
ENTRETENIMIENTOS — circos y todas las exposiciones que incluyen animales o pájaros; parques zoológicos en los cuales criaturas naturalmente libres viven prisioneras; parques nacionales y santuarios son mil veces mejor para todos;
MEDICINAS — vacunas, sueros, etc., hecho de animales, sin ignorar el hecho de que se usan millones de animales anualmente para “probar” drogas, champús y “productos de belleza”.
En principio esta lista parece formidable, pero solo indica lo mucho que dependemos de sustancias basadas de productos de animales, y lo amplia que es la explotación de todas las criaturas de las que el ser humano obtiene beneficios. Sin embargo, para todo lo productos anteriores, hay alternativas. Hasta hay pinceles de bellas artes producidos con materiales sintéticos.
La revista The Vegan publica listas de alimentos y otros artículos garantizados por sus productores de ser totalmente libres de cualquier ingrediente de origen animal, y estas listas son revisadas con frecuencia.
Aparte de los efectos inmediatos, los veganos consideran esta forma de vivir como poco menos que una obligación de cara a las generaciones futuras. Llevará muchísimo tiempo arreglar todas las equivocaciones del pasado y tampoco es seguro que eso vaya a ser posible; pero es cierto que cuales sean nuestras acciones, son nuestros herederos más que nosotros quienes se beneficiarán o no de los resultados de nuestras acciones hoy, mañana y el día siguiente, hasta que les dejemos ¿qué? ¿Un desierto, una conflagración, o un jardín de la abundancia?
La decisión es nuestra.